"Pero es que, además, hay algo que no se había hecho, y que se está haciendo. Se trata de un gobierno que se reconozca como víctima. Es la primera vez que hay algo así en el País Vasco. Hace algún tiempo el anterior jefe de gobierno, Ibarretxe, pidió una especie de perdón a las víctimas porque quizá el gobierno sempiterno del Partido Nacionalista Vasco no se había ocupado lo suficiente de ellas. Tal vez se tratase de un examen de conciencia sincero y justo. No lo sé ni ahora me importa. Pero esa petición revelaba, asimismo, la existencia de un foso dramático, de una imposible sinécdoque entre las víctimas y su gobierno. La evidencia de que el gobierno López es también víctima del último atentado es lo que ha hecho tan radicalmente diferentes las ceremonias y discursos fúnebres. No es que el gobierno esté al lado de los que sufren; es que sufre él mismo".
lunes, 29 de junio de 2009
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