¿Qué interés despierta para el espectador La casa de la calle 92 (The house on 92nd Street) dirigida por Henry Hathaway?
En 1945, cuando se estrenó esta película, mucho: desde su introducción se vale de técnicas periodísticas que le dan la forma de un documental con un narrador omnisciente: la voz en off, el rodaje en exteriores, escenarios reales, agentes de la ley que interpretan a los actores, los actores principales que no son estrellas de Hollywood...
La trama nos muestra un agente infiltrado en una red alemana en EEUU que en 1941 pretendía hacerse con los secretos de la bomba atómica; unos hechos que, por conocidos, le quitan a la película cualquier capacidad de sorpresa.
Es un cine de propaganda, consagrado a ensalzar la lucha de las autoridades contra el nazismo (tanto hubiera dado el comunismo o el crimen organizado), pero que, pese a contar con un director con películas tan interesantes como Hathaway, no tiene apenas interés hoy, al contrario que otras películas de propaganda: por quedarme con una: T-Men (La brigada suicida, 1947) de Anthony Mann.
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