Para la historiadora norteamericana Joan DeJean, en la Francia de Luis XIV (compara aspectos de hoy con los de la época, no siempre con fortuna para la perdurabilidad del libro: ¿conocerán las nuevas generaciones a Carrie Bradshaw? probablemente, pero no así todos los ejemplos) y en gran parte gracias a su patronazgo y el de ministros suyos como Colbert, como narra en La esencia del estilo: historia de la invención de la moda y el lujo contemporáneo (publicado por la editorial Nerea).
En la Francia del Rey Sol conocemos al primero periodista de moda, Donneau de Visé; conceptos tan actuales como el de temporada o las colecciones; el complemento o accesorio (más accesible); el deshabillé, la ropa interior que se transforma en ropa de calle; las muñecas y grabados utilizados como reclamos publicitarios (Saint Jean y los hermanos Bonnart: el primero prefería el anonimato de los modelos, los segundos -eran cuatro- narraban una historia con sus protagonistas, personajes reales en historias inventadas); las esclavas de la moda (ridiculizadas en obras de teatro y novelas) y las creadoras de tendencias... Un star system de peluqueros, sastres y zapateros (Luis XIV se vanagloriaba fundamentalmente de sus piernas, como se aprecia en la manera de posar para sus retratos): todos -o casi todos- hombres.
La moda fluía de Versalles hasta París y de allí al resto de Europa, pero podría haberse quedado en un impasse en época de Luis XIV si a su alrededor y girando sobre sus preferencias no hubiese creado una industria para fomentar este nuevo gusto (es importante lo de "nuevo", los contemporáneos, quienes venían de provincias o del extranjero eran conscientes): aquí la historiadora nos cuenta las peripecias e intrigas, algunas propias de espías o detectives, que vivieron sus agenes para atraer los mejores artesanos (generalmente en competencia con los italianos) en campos como el de los espejos y los diamantes. Cómo se descubrió el champagne o cómo se pudo sustituir la seda china.
Un estilo que no solo se refería a la moda en el vestir: en la Francia de Luis XIV aparecen también los modernos cafés, el día llega a las 24 horas al iluminar las calles, cambia el gusto culinario (el libro de cocina de La Varenne de 1651 -algunas de sus recetas apenas se han modificado- fue el precursor)...
Joan DeJean a la entrada de cada capítulo explica qué se entendía en cada uno de los campos hasta la fecha (como era un banquete en tiempos de los romanos y cómo en el Paris del Rey Sol), las palabras que se crean para nuevos gustos o las que se transforman y cómo evolucionan tras la muerte de Luis XIV... todo ello con un sinfín de anécdotas: el suicidio del cocinero Vatel (Gérard Depardieu lo interpretó en una película de igual título), el zapato sin costuras, los primeros ensayos para iluminar París... muy entretenida la obra de Joan DeJean.
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