Ayer se vivió una jornada triste en el ciclismo cuando al menor de los Schleck (o también al bueno) se le salió la cadena en pleno puerto. Alberto Contador iba lanzado tras él y no paró cuando lo adelantó, después Samuel Sánchez, Menchov y él se dieron relevos para alejar al joven luxemburgués.
Lo de atacar cuando el contrario sufre una avería o una caída, no es nuevo: en las primeras etapas del Tour, en la de antes del pavés donde se esperó a los Schleck y en la del pavés, donde aprovechando una caída del hermano mayor de Andy, Cancellara, del mismo equipo, impuso un ritmo brutal para que Schleck y Evans, distanciaran a Armstrong y Contador. A todos les pareció correcto esperar en la primer a los hermanos ni el ataque en la segunda. ¿Cómo iba a parecer mal el ataque en la segunda si equipos como el de Armstrong llevaban desde que se conoció la segunda etapa su intención de meterle tiempo al español porque no rueda tan bien en el peligroso pavés?
Pero lo más importante, creo yo, es que contrarreloj aparte queda una etapa dura de montaña pero con final en llano, el Tourmalet y la etapa de ayer con ese peligroso descenso. Quien quiera mover la clasificación: Contador colocarse líder, Menchov y Samu lograr el tercer puesto e, incluso, el segundo, tenían que atacar ayer. No queda más tiempo. No es la primera semana como en las dos etapas anteriores. Contador debía atacar, aunque por la noche, en frío, se disculpó, según cuenta Marca.
En lo que se equivocó Contador es en decir que no lo había visto, y tal vez sea verdad cuando atacó, pero a los pocos minutos ya lo sabía (pinganillo, imagino) porque se estaban organizando adelante para no permitir que Schleck alcanzara el grupo. Como Pedro o Pedrito, cuando dijo que no vio a Fernando Torres solo delante de la portería. Hubiera sido más noble decir: "Soy Contador, el mejor del mundo, los aficionados se concentran días antes para poder vernos atacar en la alta montaña, que Schleck, Armstrong o cualquiera se caíga no es motivo para parar, no cuando queda menos de una semana...". Le faltó sinceridad.
Espero que los dos mejores corredores del momento sigan dando espectáculo: en la próxima Andy saldrá enrabietado, a buscar un ataque desde lejos y, si puede ser, con algún compañero que le ayude en el llano: todavía no creo que esté a su alcance Contador en el Tourmalet ni en la crono.
Pero deberían aclararse: o paramos siempre que se quede atrás un favorito o no paramos. Yo veo normal parar en las primeras etapas que suelen ser de esprinter, pero si metes una como la del pavés donde equipos buscan sacar tiempo a otros por el simple método de que alguien vaya al suelo y corte a parte del pelotón, es normal que otros hagan lo mismo en la alta montaña, y con más sentido: uno se ve fuerte, con el puerto marcado con una cruz desde antes del Tour y no puede atacar porque su rival ha tenido un percance.
No parece lógico.
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