No hace falta referirse a las últimas encuestas para ver cómo políticos y jueces (más los primeros) aparecen entre las principales preocupaciones de los españoles. Y, además, desde hace unos meses los políticos se dedican a vituperar cualquier sentencia judicial.
Félix Ovejero Lucas escribía sobre "el aceite del odio" que hace funcionar la democracia: entre gobierno y oposicición, entre los tres poderes que se sirven de contrapeso para evitar la dictadura de uno de ellos...
Pero lo de los últimos meses resulta hasta obsceno: políticos que viven (y/o sirven al Estado) actuando de ariete para derribarlo: a favor o en contra de Camps, de Garzón, de Urdangarín y su infanta, concejales que se manifiestan contra la sentencia de Marta del Castillo...
Una democracia ya devaluada que se pretende devaluar aún más.
Tomemos (un ejemplo) la última nota del concejal de IU, Juan Berbell, y parte de su intervención en el pleno:
"La justicia en este país no es igual para todos,
si se tiene poder y parece ser que estas tres empresas lo tienen. La justicia
ha funcionado de maravilla para los intereses de la UTE. Desde Izquierda Unida no
compartimos ni respetamos en absoluto la sentencia porque la justicia en España
ha demostrado que esta al servicio de corruptos como es el caso GURTEL y contra
jueces como Garzón que han luchado contra el terrorismo de ETA, contra el
terrorismo del GAL, contra el narcotráfico y ahora contra los crímenes del
franquismo y contra la corrupción política del partido popular, pus bien todo
el mundo sabe lo que ha pasado: Garzón expulsado de la carrera judicial, Francisco
Camps en su puesto de diputado, los corruptos de están de rositas y la hija del
Borbón no va a declarar ante el juez. En el caso de Caravaca lo mismo, los
grandes empresarios se van a llevar una pasta de los ciudadanos de Caravaca por
culpa de políticos ineptos y presuntamente corruptos, cuando estos grandes
empresarios lo único que pretendían en Caravaca era dar el pelotazo urbanístico
de su vida. Pues ya ven ustedes de parte de quien esta la justicia, perdón la
ley, porque ha esto no se le puede
llamar justicia".
Casi un "acatar por imperativo legal": fórmula batasuna que se ha extendido (no solo a la Constitución) a cualquier ámbito de la política y de la justicia (en el caso de la UTE Caravaca ya me veía a Juan Berbell exigiendo que el Ayuntamiento de Caravaca se declarará insumiso: con lo que el pueblo de Caravaca y su Alcalde conseguirían más apariciones en la prensa nacional que Moratalla y su Alcalde).
La parrafada de Juan Berbell la firmarían muchísimos españoles, tantos como otra similar donde se hable de José Blanco, el asunto de las ERE, del Faisán y hasta (bomberos pirómanos hay en todo el arco político) dudar de la Justicia tras los atentados del 11M.
El problema no es lo que un ciudadano piense (en este caso el ciudadano Juan Berbell), sino partidos que son parte del sistema y se comportan como antisistema (IU en muchas ocasiones) o como políticos canallas (algunos de los dirigentes del PP en la pasada legislatura, como el murciano Trillo).
Izquierda Unida obtuvo unos resultados buenos en las últimas elecciones. Deberá decidir si quier convertirse en la fuerza hegemónica de la izquierda española, murciana o caravaqueña (no debería ser un imposible: el candidato del PSRM González Tovar daba por supuesto en una entrevista este fin de semana que todavía le quedan siete años de gobierno al PP en Murcia (quién va a votar a un candidato que se reconoce perdedor); y en Caravaca de la Cruz IU debería aspirar en la siguiente legislatura a 4 concejales) o continuar por los restos como mosca cojonera. Gobernando podrá reformar la Judicatura, proclamar la III República, cambiar el sistema electoral. Pero a un integrado antisistema o no se le termina de tomar en serio, o su acción no es creadora, sino puramente destructiva, o abre el camino a los que se venden como salvapatrias de cualquier ideología que lo primero que hacen es abolir la democracia...
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