El otro día mi abuelo me decía que nos encaminábamos a una dictadura de corte chavista (por el Chávez de Venezuela no por el que parecía el perpetuo Presidente de Andalucía): había escuchado en la Cope a una alto cargo socialista y extraía esas conclusiones. Imagino que sería Leire Pajín, más que nada por todo el lío de Valencia. Pero no lo sé.
Dolores de Cospedal comparte algo con mi abuelo: los dos están de acuerdo en que España se acerca a una dictadura. Dolores de Cospedal acusa al Gobierno de espiar ilegalmente a sus dirigentes y califica a España de estado policial. Acusaciones muy graves que, como dice el Gobierno, deben demostrarse o rectificarse. Porque aquí no se trata del rifirrafe normal entre políticos: acusan a la Policía Nacional que es, o debería ser, neutra.
O a Dolores de Cospedal (una de las pocas políticas del PP nacional que no dan grima: serán sus labios. La otra, en Murcia, Teresa Moreno. Me pongo frívolo, lo sé, y un poco machista, pero me interesan tan poco PP y PSOE que no descartó votar a quien tenga candidatas atractivas: aquí sale mi yo berlusconiano) se le ha ido la cabeza, y parecía que la tenía bien puesta en su sitio, o nos encontramos ante un Watergate a la española.
Hasta que se dirima este feo asunto, a mi abuelo y a Dolores de Cospedal, les dejo Estado policial de Extremoduro.
Un saludo
0 comentarios:
Publicar un comentario