Espartaquistas durante la revolución de Berlín de 1919 |
La socialdemocracia europea y, concretamente, la española gobierna (gobernó) para los grandes intereses económicos. Es más, al gran capital le interesa que gobierne el PSOE y no el PP. ¿Aceptarían los trabajadores que un Gobierno conservador realizara esta reforma laboral, salvara a los bancos y bajara los impuestos? ¿No se burlaría una auténtica izquierda de una Ley de Igualdad que no ataja la desigualdad económica entre hombres y mujeres? ¿Y qué decir de una futura Ley Religiosa que convertirá a España en un parque temático de las religiones (si tengo hijos exigiré que en esa hora tonta que algunos alumnos pierden con los mandamientos (a los que no van a religión no les permiten dar otras asignaturas, entonces más vale escuchar de Lot y su mujer que mirar a las moscas y al maestro) les enseñen el kamasutra o el sexo tántrico, que les aprovechará, seguro) y no en un Estado laico? ¿O que perpetuar la desigualdad entre las regiones (¿los llamamos pueblos?) de España es progresista?
Cantaba un grupo punk, La Polla: "Estáis todos acojonados por el ejército y vendidos a todos los banqueros, camuflando en democracia ese fascismo. Porque aquí siempre mandan los mismos. Un congreso de ratones podíais formar. No representáis a nadie. ¡Qué os creéis? ¿A quién queréis engañar?".
Lo peor es que realmente la izquierda española cree tener el poder... y lo tiene. Sólo que no es izquierda.
Aclaración: este artículo se publicó cuando gobernaba en España el PSOE. Las profundidad de las reformas antisociales del PP, la verdad, no las esperaba. Pero sigo manteniendo que, en gran parte, han sido posibles por las previas del PSOE. Eso sí, esperaba que la contestación en la calle fuera mucho mayor contra el Gobierno Rajoy de lo que está siendo.
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