Como en el indie español no hay nada parecido a las polémicas que dio de si el brit pop, todavía el viernes Tentaciones de El País le sacaba punta a las declaraciones de Lourdes Hernández (Russian Red) sobre sus vagas ideas políticas.
Cobra especial interés la de Manolo Martínez, una duda que asalta a cualquier artista, que tenga ideas políticas, pero que no se plasmen o no quiera que se plasmen en su obra. Dice: "Yo estoy afiliado a un partido comunista y, desde luego, intento que lo que hago como artista no traicione mis convicciones políticas. También soy consciente de que hay gente, cuyo juicio respeto, que dice que todo arte es político. Supongo que esa gente diría que, en virtud de la casi total ausencia de política en mis letras, estoy haciendo música complaciente con el statu quo y, en esa medida, de derechas. Es algo que me preocupa y que no tengo resuelto. En cuanto a lo de manejarme como artista, también intento ser coherente. Por ejemplo, no he vuelto a tocar en la sala Arena de Madrid desde que cambió de nombre. Tampoco haría publicidad, ni dejaría que mis canciones sonaran en anuncios, aunque tampoco me lo han pedido. En nuestros conciertos todo el mundo cobra lo mismo. Por otro lado sigo afiliado a la SGAE, o sea que tengo mucho margen de mejora todavía".
En el periodo de entreguerras, o tras la II Guerra Mundial, aunque en ese momento ya no era moderno ser del Partido Comunista (salvo si te llamas Picasso, el único que se hizo comunista/estalinista cuando los más lúcidos se "quitaban), todo arte que no fuera realismo proletario se consideraba escapista, propio de burgueses, decadente: dadaísmo, surrealismo, cubismo (hasta el propio Picasso se vio atacado por medianías, como cuenta Beevor en su libro sobre la liberación de París)... y qué decir del arte abstracto. ¿Puede hacerse arte con carné? García Lorca pensaba que nada de Alberti merecía la pena tras su afiliación al Partido Comunista. ¿Es así? Me faltan datos de la literatura española del exilio. Aunque la poesía de Miguel Hernández, la sal de la tierra de Biberman, Eisenstein... hay ejemplos que lo desmienten. Pero la pregunta que se hace Manolo Martínez de Astrude deben habérsela hecho muchos otros artistas: ¿lo mío perpetúa el sistema, masajea las conciencias impidiendo la rebelión?
La canción de Astrud sobre Noam Chomsky
El enfant terrible Nacho Vegas
Cuenta también Anthony Beevor que el Partido Comunista encontró un problema en Occidente con el jazz (posteriormente con el rock): les parecía una música decadente pero si no lo aceptaban se enajenaría a la juventu europea. No les quedó más remedio que tragar. Pero yonkis, homosexuales, bohemios, fueron considerados lumpen para el Partido Comunista y, en muchos casos, lo pagaron en cualquiera de los Gulags... Admiro al asturiano Nacho Vegas y sus letras, ese malditismo auténtico o con el que juega, si no hubiera escuchado su versión de Miss Carrusel. Puro solipsismo, literatura de evasión la que ofrece Nacho Vegas. Dice de Russian Red: "En realidad no me extraña tanto que Lourdes sea de derechas porque creo que su intención es solo hacer canciones bonitas". Y sobre sus propias letras: "Hacer canciones significa hablar de tu relación con el mundo, de cuestionarlo, por lo que creo que la política en un sentido amplio debe estar de forma más o menos implícita en tus canciones. Explicitar tus opiniones es algo optativo, pero puede convertirse en necesario según el momento que estés viviendo". La gran broma final es uno de sus mejores temas, así como el último disco, donde parece haber descubierto que las canciones no tienen porqué durar ocho minutos.
Pero más escapista es la música de Nacho Vegas que la de Russian Red. Con él lo mismo se te ocurre pegarte un chute. O echarte unos reinoles al cuerpo (si no se los echas a alguien).
Nos quedaremos con la sentencia de Bunbury también en Tentaciones: "En general, el Rock siempre fue de izquierdas. Pero tampoco es una cualidad que denote una mayor inteligencia o sensibilidad. Ya te digo que son el mismo perro con distinto collar".
0 comentarios:
Publicar un comentario