Populaire resulta tan inofensiva como una película de Doris Day y Rock Hudson.Desarrollada además a finales de la década de los 50 en Francia, en su estilo resulta más norteamericana que francesa: sin esa cierta ironía -sin exagerar- que caracterizó Abajo el amor de Peyton Reed o la excelente adaptación de los melodramas de Douglas Sirk que llevó a cabo Todd Haynes en Lejos del cielo.
Pero como estas películas tan dispares los intensos colores de la pantalla, las interpretaciones, el vestuario, la banda sonora un acierto... todo te lleva a los 50 y responde al canon de la comedia de acceso de la mujer al trabajo (más que comedia de "guerra de sexos") que, más o menos machista, ha sido uno de los soprotales de la gran comedia norteamericana.
Debut en la dirección de Régis Roinsard, (destaca en esta comedia de una mecanógrafa que tiene el don de escribir a gran velocidad) Romain Durais (mi actor francés favorito desde que lo vi en Una casa de locos), que brilla tanto en comedias como Los seductores como en thriller como De latir mi corazón se ha parado. Junto a él Deborah François y la cada vez más internacional Bérénice Trejo.Como escribe en Variety Jordan Mintzer, "tan superficial como suave". No puedo estar más de acuerdo.
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