Me aburren las novelas de John Grisham: sus personajes no tienen vida y su estilo es aburrido (aunque puede deberse a las traducciones). Sin embargo, los argumentos, tramposos, me divierten. Es ideal para leer en la playa (saltarse las descripciones) mientras observas las guiris, sabiendo que la sorpresa llegará al final.
Sin embargo, es el autor de best sellers al que mejor trata el cine con mucha diferencia. De los antiguos, Frederick Forsyth, tiene un par de buenas adaptaciones: Odessa (del recientemente fallecido Ronald Neame) y Chacal. Lo de Robert Ludlum era de juzgado de guardia hasta que Doug Liman y Greengrass le insuflaron vida a Bourne (hay un Bourne anterior interpretado por Chamberlain). Las películas de Ron Howard (qué director tan pagado de sí mismo y más azucarados) sobre El código da Vinci son malísimas. Pero la elección de Tom Hanks y Amelie no puede traer nada bueno. Con el español Pérez Reverte, Polanski cometió un disparate. Y las otras adaptaciones como Cachito, el Maestro de Esgrima o Alatriste (esta última por falta de un buen guión) no van más allá. ¿Buen novelista, mala película? ¿Mal novelista, buena película?
TAl vez. Grisham cuenta con todo: buenos directores y actores excelentes que han dado lugar a una obra maestra: la Legítima Defensa de Coppola (a la que la crítica despachó con un "se trata de una película comercial", comjo si esto fuera un pecado); dos buenas películas de Schumacher: El Cliente y Tiempo de Matar. Mejor la segunda, con un Matthew Mcconaughey en su única película destacable (el director lo filma como si fuera un nuevo Paul Newman) y Samuel L. Jackson. Aunque están muy bien los personajes de El Reverendo que interpreta Tommy Lee Jones y el de Susan Sarandon en El Cliente (para los fanáticos de El Ala Oeste es una oportunidad de que coincidan en pantalla Bradley Whitford y Mary Louise Parker). Me cansa el chaval. La tapadera cuenta también con grandes actuaciones y un director de los importantes, aunque a mí me cansa un poco; y El informe Pelícano puede ser la mejor película de Julia Roberts. Y su no relación con Denzel Washington (aunque al parecer se debió a una encuesta del público que no quería una relación entre blanca y negro) recuerda la de la Bullock y Maconaughey en Tiempo de Matar.
Conflicto de Intereses es una rareza de Altman; Cámara sellada tiene una secuencia magnífica entre Dunaway y Hackman; y El Jurado es resultona con la bellísima Rachel Weisz y mi actor favorito John Cusack.
Pocos escritores, de los que algunos consideran serios y de los otros, han tenido tanta suerte en las adaptaciones como John Grisham. Y tiene otras cinco películas basadas en sus novelas que saldrán entre 2010 y 2012.
Si la mula va rápido, esta noche volveré a ver Legítima Defensa y esa actriz que se quedó en nada: Claire Danes.... hasta que llegó Homeland.
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