Ayer me llegaron algunas reacciones de los partidos políticos murcianos a la puesta en marcha de la Ley del Aborto. Alguna del PP y alguna del PSOE. No les hice mucho caso y esta mañana me entero de que el Presidente de Murcia ha decidido que en esta Comunidad no se va a aplicar la Ley.
Imagino que entre sus bases ha crecido la euforia. Miles de personas se han manifestado contra la Ley del Aborto en otra muestar más de la revolución conservadora que se aceleró en España con la llegada a la Presidencia de Zapatero. Entiendan que esta revolución está pagada desde arriba, o sus intelectules (el que va con una ingeniosa pancarta por la calle contra la Ministra Bibiana no cobra) como lo fue la socialdemócrata de Giddens y la Tercera Vía. Los intelectuales cobran de los think tanks. Nada en ellos es revolucionario realmente, aunque se vistan de enfants terribles. No hay un Zola, un Camus, una Simone Veil...
No hay diferencia entre la reacción de los partidos catalanistas al Estatuto y la de Valcárcel a la Ley del Aborto. Sólo que unos se llenan la boca con España y otros con Cataluña.
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