Para el espectador Three cornered moon trae a la memoria enseguida Al servicio de las damas (Gregory La Cava, 1936), según qué día mi comedia favorita, aunque esta se rodó tres años antes, ya que en principio tiene un argumento parecido: una familia rica y excéntrica que acaba en la ruina.
La familia Rimplegar |
Aunque los actores, encabezados por Mary Boland (la madre), están estupendos, los diálogos son ingeniosos y se da también una reflexión social, muy a Lo Cava (La chica de la Quinta Avenida o Al servicio de las damas) en secuencias como la búsqueda de trabajo por parte de Claudette Colbert: su rostro sobreimpreso en anuncios de trabajo, colas de parados, calles hostiles y un coro de voces que niegan el empleo (además del jefe que solicita sus favores sexuales).
La presentación de los personajes: Mary Boland y sus hijos a cuenta de los treinta céntimos que esta necesita ya es un derroche: al hermano actor "lo único que trajiste de Harvard fue ese acento"; al padre muerto "tuvo la inteligencia de morir a tiempo", Mary Boland y la criada polaca y el intento de explicarle qué son unos waffles: "qué más da, que sean huevos cocidos"; el hermano que estudia para abogado "seré independiente de todos. Eso me recuerda que tengo que pedirle dinero a mamá"; Colbert y su aburrimiento de clase desocupada "estaba en mi cénit a los 18".
Elliott Nugent (The male animal y un Gran Gatsby con Alan Alda y Betty Field) dirige su mejor película entre las que he visto.
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