Juan Bernal (foto de zarangollo.com) |
"Yo envié a mis naves a luchar contra hombres, no contra tempestades...", se justificaba un rey enclaustrado en el Escorial. Y, desde entonces, de una u otra manera ha servido de excusa para cualquier mal gobernante. Aunque el ínclito consejero murciano de Economía, Juan Bernal, lo ha superado en desfachatez: "Casi no merece la pena en detenerse en por qué hemos llegado a esto".
El Partido Popular, el suyo, gobierna en la Región de Murcia desde el año 1995.
¿Pero para qué detenerse?
El ilustre Juan Bernal fue Consejero de Economía y Hacienda desde 1995 hasta 2003.
¿Pero para qué detenerse?
El Partido Popular, el suyo, aprobará unas ponencias donde "ser condenado o estar inmerso en un proceso judicial no aparece entre los motivos de expulsión de militantes en el nuevo Reglamento de Organización", escribe David Gómez en La Opinión.
¿Pero para qué detenerse en el Alcalde de Murcia o el de Fortuna?
Del resto heredaremos deudas, un paisaje de bloques de cemento, obras paralizadas y otras terminadas que mejor hubieran quedado inconclusas.
¿Pero para qué detenerse si han llegado al límite de sus capacidades? Leo a Carmen Sánchez-Silva: trece millones de españoles no están preparados para el puesto que ejercen. Presupongo que se refiere a la clase política en pleno (no murciana, española, no seamos masocas: comunidades autónomas y ayuntamientos gobernados por PSOE o CIU se encuentran en parecida situación y seguro tendrán su clónico Juan Bernal): del Jefe de Estado hata el último concejal de pueblo.
A pesar del cinismo de Juan Bernal, no deberíamos pedir cárcel para él y los suyos (Todos a la cárcel, tan de moda citarla resulta la peor película de Berlanga). En esta España, retratada por El Bosco y descrita por Cervantes, ¿en qué lugar se vive mejor que en la cárcel? ¿Cómida, catre, vis a vis, hasta el médico que nos niegan...? No se la merecen.
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