Chaval o caballero

Vicente March (1859 - 1927) - Las tres edades

Paseaba la semana pasada por Caravaca con mi amiga Mónica cuando un viejo por el Hogar de los Ancianos le soltó un "nena": ella está todavía en esa edad que todavía te llaman joven. ¿Cuándo pasa esa edad? Mi hermano lo soluciona, o solucionaba, fácil: para él, todas zagalas: mayores, menores, medianas... así no falla.

No se trata de la canción de Nacho Vegas de El hombre que casi conoció a Michi Panero): "unas me llaman chaval, otros me dicen caballero, alguno no se ha querido pronunciar...". Con 33, de chaval nada. Y de caballero tampoco. Algún niño (de los que todavía sus padres los educan) me llama "señor" y me horrorizo. Si fuera mi papá terrateniente, todavía "señorito".

Pero lo que me interesaba es a qué edad se es joven y a qué edad se es mayor (y no vale la respuesta de José Blanco en El País porque la estupidez no entiende de cargos ni de carnés. O entiende de sobra de cargos y de carnés). Gracias al cielo, una periodista de La Opinión aclaró en parte mis dudas (aunque se contradiga en el subtítulo y ya en el cuerpo de la noticia). En el subtítulo: "El hombre de 26 años y la mujer de 30 ingresaron en coma el domingo tras consumir drogas en una fiesta en Cabezo de Torres". En el cuerpo: "Tanto el chico de 26 años ingresado en el hospital Morales Meseguer como la mujer de 30". Y aún más, al comenzar: " Los dos jóvenes intoxicados".
Como verán: en una, con 30 se es mujer y con 26 joven; en otra con 26 y con 30 se es hombre; y en una tercera los dos son jóvenes. (En Europa Press, al escribir días más tarde sobre la misma noticia, él es hombre o joven y ella chica).

Por un momento pensé que la periodista O. L. T. había resuelto mis dudas aproximadamente. Al final tendrá razón Blanco: "Puede haber jóvenes viejos y viejos modernos". En algo tendría que acertar, aparte de la lotería que le tocó cuando se sacó el carné. En definitiva, a mi amiga le dirán "nena" porque el tiempo todavía no le ha marcado la cara; mi hermano continuará con sus zagalas y, a mí, por mucha regresión y ansias de volver al útero, nadie volverá a llamarme chaval o joven. Aunque si los 30 son los nuevos 20...

Los Directivos y su Ellas me llaman de usted con su frase para la historia: "me he convertido en un puto treintañero de esos que tanto odiaba..."

Iba con Nacho Vegas, pero me apetece Gil de Biedma y Loquillo.

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