
En La caída de Constantinopla "se da perfectamente ejemplarizada una circunstancia que valdría la pena comentar: la invasión (si es que se puede hablar de tal) por parte de la literatura de terrenos que en teoría le están vedados", escribe Marías; y Beevor, sobre la defensa, que ésta inspiró las dos últimas entrega de El Señor de los Anillos de Tolkien.