7.814 parados en la comarca del Noroeste, que rondan el 10% de su población total, son un buen argumento para sumarse a la Huelga General. No parece, a tenor de las encuestas, que la movilización vaya a ser masiva entre los españoles. Menos de un 30% considera que ésta tenga utilidad alguna. Durante los ocho años de Gobierno socialista los sindicatos han dado su aprobación a unas políticas sociales más propias de la caridad cristiana que de una auténtica redistribución de la riqueza. Con Aznar y con Zapatero se produjo el mayor enriquecimiento de la economía española pero, paradójicamente, las desigualdades entre ricos y pobres aumentaron.
Una reforma laboral del calado de la actual nunca debiera haberse hecho sin el refrendo de las urnas. Pero ya es tarde. El Partido Popular la critica, pero no la derogará si gana las elecciones. El Partido Socialista lo fía todo a una recuperación antes de 2012 en España. Pero para la comarca del Noroeste poco cambiará: a la política antisocial socialista se le une el desprecio a la educación en Murcia. Según el sindicato STERM, en el Noroeste el porcentaje de analfabetos funcionales es más el doble que en el resto de España. Vamos, que somos capaces de leer el Marca, ver a Jorge Javier y decirle amén a la economía sumergida, a los sueldos de hambre.
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