Un estudio con ratones ha dado como resultado que se deprimen si duermen con la tele encendida. Imagino que ahora lo extrapolarán a los seres humanos: ya avanza un científico: ""Una exposición crónica a la luz por la noche es un factor relativamente nuevo en la historia de la humanidad y no es natural, por lo que reducir la iluminación artificial cuando se duerme es conveniente".
A los ratones (o a las ratonas) se les extirparon los ovarios para que las hormonas no interfirieran en los resultados. Probablemente el estudio haya costado su pasta y ha conseguido algún titular que otro. Pero sin gastarse un duro el periodista podría haber escrito: "Dormir solo causa depresión". Y otro podría haber contestado: "Dormir con mi pareja (me he tragado un par de conferencias para el Día de la Mujer y utilizaré el asexuado) causa más depresión todavía".
También los ratones deprimidos beben menos agua con azúcar (al parecer su droga favorita) que los eufóricos. A los humanos les pasa lo contrario: cuanto más deprimidos, más droga.
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