lunes, 16 de agosto de 2010

El Rey Traidor, de Martin Allen


El libro de Martin Allen sobre Eduardo VIII y sus relaciones con los nazis se lee como una novela de espionaje: en el prólogo una carta que recibe el padre del autor de manos de Speer; en el primer capítulo Anthony Blunt, tras los soldados aliados que avanzan por Alemania, recuperando cartas comprometedoras del rey que abdicó y al que desde entonces se conoce como el Duque de Windsor. A Blunt, lo que  descubrió, le permitió mantener oculta su identidad como espía soviético hasta que Margaret Thatcher lo desenmascaró ante el gran público.
Eduardo VIII vivió una historia de amor con la divorciada Wallis Simpson que acabó en matrimonio. Antes tuvo que abdicar como rey porque el Primer Ministro Baldwin puso todo de su parte para que no se celebrara el matrimonio.
Sin embargo, más que ella fuera divorciada y hubiera llevado una vida que la Realeza consideraba disoluta: juego, drogas, prostíbulos en China, amante en aquella época de Ciano..., preocupaba entre los sectores informados de Gran Bretaña las simpatías pronazis de Eduardo VIII, surgidas a raíz de su temor a los bolcheviques y lo que le ocurrió a la Familia Real rusa.
En su libro El Rey Traidor, Martin Allen sostiene que, tanto la Casa Real como el Gobierno británico, destruyeron sistemáticamente todos los documentos que pudieron relacionados con la actuación del Duque de Windsor durante la II Guerra Mundial (algunos se podrán conocer en 2016) porque éste no fue un ingenuo nazi engañado Bedaux: en su viaje de novios se prodigó en saludos fascistas tanto en Italia como en Alemania; una vez comenzada la guerra esperaba que una derrota francesa supusiera un inicio de negociaciones entre Alemania y Gran Bretaña que lo restaurara en el Trono; así lo dijo repetidamente en su exilio parisino. Pero la verdadera traición llegó cuando se le permitió visitar la Línea Maginot para hacer un informe para Inglaterra: ese mismo informe se lo detalló Bedaux al mismísimo Hitler. Entonces Hitler decidió la invasión por Bélgica. Una vez ocupada Francia, aunque los nazis respetaron sus posesiones, marchó a España junto al embajador Samuel Hoare y de allí a Lisboa, desde donde debía partir para ser el gobernador de las Bahamas. Su estancia en Lisboa le sitúa de nuevo en plena conspiración: le visitan Miguel Primo de Rivera, Serrano Suñer y Heydrich y Rudolf Hess, quien le llevó una propuesta de siete puntos que, al parecer, asustó al Duque de Windsor, que marchó a las Bahamas. Aunque desde allí siguió en contacto con nazis a través de sus contactos lisboetas.
La narración de Martin Allen resulta muy interesante, pero, por lo que he leído en otros historiadores, la decisión de avanzar por Bélgica ya la había tomado Hitler tras escuchar el plan de von Manstein. Otra cosa es que hasta qué punto era débil la Línea Maginot fuera sólo conocido tras la traición de Eduardo. Asimismo Martin Allen es de los que cree que había algo más en la orden de Hitler de detener el avance hacia Dunquerque. Sin embargo, también entre los historiadores hay un cierto acuerdo en que Goering prometió a Hitler que la Luftwaffe acabaría con los soldados ingleses. En relación con esto último, se encuentra la importancia que le da Martin Allen a Hess, aunque tampoco desvela mucho porque le ha dedicado otro libro El enigma Hess, donde descubriremos qué se propuso realmente Hess con su viaje a Inglaterra.
Por otros libros que he leído, Martin Allen da demasiada importancia a Eduardo VII, aunque demuestra que el Rey no era el ignorante que se suponía: su opción por los nazis fue tomada a conciencia y sabiendo lo que estos hacían. Al igual que su esperanza de que una pronta derrota tras Dunquerke lo llevara de nuevo al trono.

PD. Terminé de leerme el libro y, casualidades, Madonna dirigirá una película sobre Wallis y su enfrentamiento con la mujer de Jorge VI. Ayer por la noche veía una comedia norteamericana del año 1942, El hombre que vino a cenar, y el protagonista, un famoso periodista, recibía una carta de Wallis, un país plebeyo que recibió con agrado la boda.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre Martin Allen:
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-08-05-2008/abc/Cultura/antony-beevor-sin-castigo-se-incentiva-la-falsificacion-de-archivos-historicos_1641851814599.html

Anónimo dijo...

Sobre Martin Allen:
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-08-05-2008/abc/Cultura/antony-beevor-sin-castigo-se-incentiva-la-falsificacion-de-archivos-historicos_1641851814599.html

Unknown dijo...

No tenía la menor idea de lo que había hecho Martin Allen.
Gracias por la información