sábado, 11 de julio de 2009

La Persistencia de la Memoria, de Juan Luis García


El caravaqueño Juan Luis García, componente del grupo Playmovil, presentó hace aproximadamente un mes su primer cortometraje en Murcia. Como la magdalena de Proust, que al mojarla en tila trae recuerdos de su infancia al personaje, en La Persistencia de la Memoria otros objetos de su pasado acompañarán al protagonista en su viaje-pesadilla. 

Realizada en su mayor parte en un espléndido blanco y negro, con una música que a lo largo del corto va adquiriendo más importancia, en los aspectos técnicos no se nota en ningún momento que hablamos de un director primerizo: Juan Luis García, con sus cambios de plano objetivo a subjetivo consigue que nos convirtamos en ese protagonista que apenas tiene rostro. En definitiva, el corto en la comarca del Noroeste está de enhorabuena: a los festivales de Calasparra y Bullas que atraen a directores de toda España, comienzan a aparecer cortometrajes de realizadores de la zona. Este de Juan Luis García puede verse en http://www.vimeo.com/5463048.
—¿Cómo se le ocurrió el argumento de La persistencia de la memoria?
—La idea parte del cómo conectar una serie de imágenes de distintos instrumentos o materiales que pasan por la vida del individuo y dejan huella en la memoria, influencias en ocasiones vacías si no se utilizan o canalizan de forma correcta. Una radio, un libro, una cámara de fotos, historias e imágenes que tenemos almacenadas en nuestra cabeza y que se distorsionan con el paso del tiempo como el humo de un cigarro consumiéndose. Esta fue la idea inicial que va tomando forma en el proceso de grabación, visualización y montaje, y que acaba en la obsesión por el tiempo, el tiempo perdido quizá, la utilización de esas armas que nos encontramos en el camino de nuestras vidas y la ansiedad por la muerte.
—¿Por qué ese título?
—Es un título muy abierto, aquel que lo vea sabrá interpretarlo en función de lo reflejado que se sienta con la historia. La memoria como tiempo y el deterioro del/de la mismo/a. También es evidente el nexo que hay con el cuadro de los relojes blandos «La persistencia de la memoria».
—El corto está rodado en blanco y negro excepto el final, ¿qué pretendía cambiando el blanco y negro por el color?
—No sólo al final sino al principio también. Como sabemos se ha relacionado el blanco y negro con los sueños, y eso he querido hacer, mezclar sueño y realidad, blanco y negro y color. El despertar del sueño se convierte en el final del camino o la búsqueda, el final del libro de tu vida.
—Sin desvelar el final, en el corto aparecen diversas figuras que nos remiten a la muerte, como puede ser la partida de ajedrez que, por cierto, también es protagonista de una película de Bergman: El séptimo sello. También nos llevan al cine mudo. ¿Ha pensado al hacerla, en este cine? ¿Se ha dejado fuera del corto otras figuras que nos llevan a la muerte?
—Sí, pero en éste caso el jugador no juega con la muerte y no está buscando a Dios, sino que juega consigo mismo y puede tomar sus propias decisiones, decide enfrentarse con una sola arma, la más valiosa pero no la más fuerte, quizá sea un suicidio o un triunfo pero él no lo sabe, cuando despierte tendrá la respuesta.
Creo que la idea se puede expresar perfectamente, aunque de forma más oculta, sin voz o diálogo, pero no he pensado directamente en el cine mudo.
Puede haber cantidad de figuras relacionadas con la muerte, pero no trato de sobrecargar el argumento con las mismas ya que hay otras ideas que quiero expresar con el mismo.
—Del protagonista apenas se ve su rostro, ¿lo ha hecho para lograr una identificación con el espectador?
—Efectivamente, no es un solo protagonista, es como un juego interactivo en el que cada espectador se convierte en el protagonista de la historia y saca sus propias conclusiones.
—¿Cómo ha sido el tratamiento del sonido? La música en algunos casos, como el tic tac del reloj, nos hace anticipar la escena.
—Pretendo poner al espectador en situación, el tic tac, las palpitaciones del corazón, la frecuencia distorsionada de la radio, todo tiene un sentido, si estamos atentos encontraremos mensajes a lo largo del cortometraje a través del sonido.
—En algunas escenas utiliza la cámara de manera que veamos lo que el protagonista, ¿cuál ha sido su intención?
—Como he comentado antes, pretendo identificar al espectador con el personaje, meterlo en la piel del mismo, sintiendo como él.
—¿Tiene ya pensado algún otro guión para un cortometraje?
—Tengo varias ideas escritas aunque me gusta desarrollarlas mientras voy grabando, ahora estoy en busca de alguna localización y personajes que se puedan adaptar.
—¿Qué películas y cortometrajes que ha visto últimamente le han llamado la atención?
—Películas: Recuerda de Alfred Hitchcock, 1945, El hombre del brazo de oro de Otto Preminger, 1955, La trilogía Tres colores (azul, rojo, blanco) de Krzvsztof Kieslowski, 1993-1994
Cortometrajes: El extraño de Victor Moreno Rodriguez y Alguien de Suda Sánchez.

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1 comentarios:

kuro... dijo...

Lo que más me gustó del corto fue su montaje. Los titulos de crédito finales, para mi, desentonan con el resto de metraje. Una buena elección de música y algunos detalles significativos.

Saludos Colega.