Tras ver el piloto de Game of Thrones, me atrevo a afirmar que no va ser un culebrón barato como Camelot. No tengo tan claro, en cambio, que no vaya a ser un culebrón de lujo como The Tudor o Roma.
En 2011 llevamos dos grandes pilotos: el de The Killing (un episodio doble de hora y media: aquí crítica mía de la primera temporada) y este de Game of Thrones: la secuencia final de este último solo es comparable a la del piloto de The walking dead. Y este es mi mayor temor: la serie de zombies tuvo un capítulo primero espectacular y después se desinfló. Aunque al ser una temporada corta todavía tengo esperanza de que lo arreglen en la segunda. Game of Thrones tendrá diez episodios (y confirmada segunda temporada).
Sexo, mucho sexo, todavía no excesiva violencia, aunque la habrá, algo de sobrenatural, intrigas políticas y amorosas en un mundo que poco o nada tiene que ver con El señor de los anillos (salvo por la presencia de Sean Benn).
En el primer episodio no hay una explicación general del mundo que habitan, solo alusiones, y sí tres subtramas (que me parece que aumentarán pero también se mezclarán) y es donde veremos la capacidad de los guionistas: hacérnoslas todas interesantes.
Como después The Walking Dead no quiero llevarme por la emoción en un piloto: solo decir que las interpretaciones y ambientación son excelentes y que, de momento, si es culebrón será de calidad. Ya escribiré cuando acabe la primera temporada.
0 comentarios:
Publicar un comentario