domingo, 13 de octubre de 2013

Siete psicópatas (2012): naufraga McDonagh en su faceta de guionista

Con unas décadas de retraso. Acertaba un crítico en su diagnóstico acerca de Siete psicópatas. Pero bienvenido hubiese sido el film de Martin McDonagh en caso de parecerse al primer Tarantino, Ritchie o Boyle. Pero no, la tercera película del director de Escondido en Brujas, también protagonizada por Colin Farrell, supone un paso atras respecto a la anterior (no en ambición) y, por supuesto, dista mucho de poder compararse con Tumba abierta, Lock & Stock o Reservoir Dogs
Naufraga McDonagh sobre todo en su faceta de guionista (el montaje, en cambio, un diez), precisamente en una historia meta de un guionista, Colin Farrell, con problemas de inspiración y de alcoholismo (al principio me venían constantemente a la cabeza citas de Raymond Carver: un interesante documento. Una carta abierta suya: la vida después del alcohol). Naufraga en su ambición: con una intro y tantos personajes que al final no puede manejar.

Un juego que pide la complicidad del espectador y que comienza brillante pero que cansa pronto y en la segunda parte de la película -precisamente cuando el personaje de Sam Rockwell propone realizar una película introspectiva en el desierto, existencialista: sin tiros, sin sexo...-, resulta aburridísima.
¿109 minutos de película? El problema de tener un reparto tan conocido interpretando personajes que, porque no decirlo, realmente se les dan bien: Tom Waits, Woody Harrelson, Christopher Walken... entonces alargas una película: los fallos de guión crees que los soluciones a golpe de interpretación, de muchas interpretaciones, y vas añadiendo más y más minutos... fue candidata a los Premios Bafta 2012 y se llevó el Premio del Público en el Festival de Toronto. 
Debo ser yo, porque si al público le gusta y la mayoría de las críticas que leo son positivas...


Votar esta anotación en Bitácoras.com

0 comentarios: