martes, 8 de abril de 2014

Cómo conocí a vuestra madre nueve temporadas después

Comenzó How I met your mother en 2005, un año después de que concluyera Friends, con la que tiene más de uno, de dos y hasta de tres puntos en común. Y que fuese posterior le hizo más bien que mal: la series de televisión en ese tiempo habían llegado a la mayoría de edad y los guionistas se permitían unos recursos narrativos, sencillos pero muy eficaces, que no había aprovechado la sitcom tradicional (y que algunas como  The Big Bang Theory siguen sin utilizar): como los saltos de tiempo en un mismo episodio o también en un mismo episodio las diferentes perspectivas de los protagonistas a los Rashomon. Aunque no sea How I met your mother, Community, ni pudiese presumir de originalidad en cuanto a su capítulo musical. 
Contaba además con el sexo: el lenguaje sexual de Friends, sus bromas, eran demasiado blancas. Luego llegaría 2 broke girls e introduciría algún chiste relacionado con el sexo oral cada tres segundos y los atrevimientos de How I met your mother tendrían cabida en cualquier canal de televisión financiado por religiosos.
Con el tiempo perdió gracia, aunque trataran de mantener a sus espectadores, que crecían con sus personajes (para bien o para mal, Friends no lo consiguió), con una madurez añadida: la muerte del padre de Marshall, el alejamiento de los amigos que quedaban siempre en el mismo bar o compartían piso.
La novena, sin duda, ha sido su peor temporada, aunque dentro de sus limitaciones arriesgara al situar la trama los días y las horas previos a la boda de uno de los protagonistas. Conocimos por fin a la madre de Ted (hubiese preferido a Britney Spears), y los creadores nos depararon una sorpresa -no lo fue tanto- final. Vi ese último episodio con una mezcla de desilusión y tristeza.
Yo la hubiese acabado mucho antes: no sé si fue en la quinta o sexta temporada cuando perdió esa frescura que nunca recuperó. Aunque en la sitcom clásica aún no ha encontrado su heredera y es normal que trataran de exprimirla. No fue tan malo si final como el de Dexter, ni las expectativas tan altas como con Battlestar Galactica o Fringe, así no queda el mal sabor de boca.
Una mala temporada, tres o cuatro regulares no pueden arruinar una relación de nueve años y palabras y situaciones de la serie que hemos hecho nuestras y que nos acompañarán muchos años. Pero mejor así, y a esperar qué películas (como director) tiene que ofrecernos un cada vez más entonado Josh Rednor (Ted), las nuevas comedias como guionista y actor de Jason Segel (Marshall) y si Alyson Hannigan, una de mis pelirrojas favoritas (ya ha cumplido 40 años y ayer era Willow), encontrará este papel como el de Willow o el de Lily. Neil Patrick Harris se reinventará, seguro, con otro Barney o un nuevo Dr. Horrible's Sing Along-Blog.
Sin mucho entusiasmo, leo que sus creadores ya prepara un Cómo conocí a vuestro padre, del que solo el nombre de la actriz Greta Gerwig hace que no tenga claro si la veré o no. La comedia convencional norteamericana de veintipocos minutos no vive su mejor momento: en el horizonte no se ve la nueva How I met your mother que sustituyó a Friends que hizo lo propio con... Desconozco si en otros países ruedan la nueva Coupling, el nuevo Spaced, incluso si hay espectadores a los que interesen las andanzas de un grupo de veinteañeros a los que vemos cumplir los treinta largos.

Flashback primera temporada



Trailer de la novena temporada

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