El Día de la Región

Pedro Alberto Cruz

Murcia todavía es tierra de caciques, de políticos de derechas e izquierdas en el banquillo por corrupción, de urbanizaciones de lujo a medio construir, de fuerzas vivas en pueblos moribundos, una región donde el fracaso escolar y los sueldos bajos van de la mano. Parece que no tenemos nada que mostrar al mundo: nunca llegaremos a una final de Copa del Rey, donde nos darán un bocadillo de chorizo y un silbato y a pitar a todo quisque. Nada, por no tener no tenemos ni ese patriotismo futbolero del que hacen gala algunos.
Sin embargo, desde hace unos pocos años la región está mutando y transformándose en una región moderna que se crea su propio destino, sin ataduras del pasado. El suceso comenzó en Cartagena con Pilar Barreiro, que transformó la ciudad del Puerto, las putas y Lo Campano, en una otra atractiva para el visitante con eventos como el Festival de Jazz o la Mar de Músicas. Para que Murcia en su conjunto sufra un cambio similar hemos tenido que esperar la llegada a la Consejería de Cultura de Pedro Alberto Cruz en el año 2007: en Murcia se ha expuesto la obra de la fallecida Francesca Woodman, en el Auditorio han tocado desde Cristina Rosenvinge a Herman Dune, se ha inaugurado el espacio cultural de La Conservera, el SOS de la primera semana de mayo puede compararse con cualquier otro festival de música de actualidad…
Sólo le falta al consejero Pedro Alberto Cruz cumplir su promesa de que Caravaca (y toda la comarca del Noroeste) se conviertan en un referente artístico, además de religioso, en el año 2010. A los que nos aburren las homilías y el repicar de campañas, se lo agradeceríamos. Y también estimaríamos más a nuestros políticos si en el Día de la Región exhibiéramos símbolos de nuestra recién adquirida pujanza, no un triste cartel de «Agua para todos» y los ciudadanos detrás por obligación o devoción.

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