miércoles, 23 de septiembre de 2009

Padres e hijos: la política como patrimonio

Esta mañana hemos desayunado con la madre de Leire Pajín: su horterada de vestido ocupa la portada de ABC y es motivo de una comparación con Marijaia (Marifiesta) en el blog de Santiago González. Hasta periódicos regionales como La Verdad de Murcia han decidido dedicarle la portada (aunque con mejor gusto nos han librado de Maite Iraola y su vestido).

En las últimas semanas hemos descubierto que las relaciones en Benidorm entre familia, política y poder económico dan para un culebrón. Esos dirigentes del PP, que contaba El País, que se sorprendían de que los poderes de siempre: los banqueros, empresarios, nuevos ricos y ricos de abolengo, apoyaran al clan de los Pajín, ya los apodan como si fuera una familia de narcos gallegos.
Lo más interesante es, sin embargo, la biografía del clan y estas palabras de la columnista de ABC Edurne Uriarte en El clan de los Pajines: "Como la de demostrar la falsedad de supuestas historias de renovación política, juventud utópica y cambio. La de Leire Pajín, en este caso, presentada como todo eso desde que llegó tan joven al Parlamento y, más tarde, a la Secretaría de Organización, y que ha resultado ser el típico y viejo producto político del clan de los Pajines, uno de esos pequeños grupos que viven del control del aparato de los partidos y cuya más grande utopía es mantenerlo hasta la muerte. Un matrimonio, José María Pajín y Maite Iraola, que domina el socialismo de Benidorm y una buena parte del de Alicante, que colocó a su hija en las listas del Parlamento".
No es tan nuevo, ni exclusivo del socialismo, como explica Edurne Uriarte. Aunque desde el año 1982 (antes en comunidades autónomas y ayuntamientos) se han garrapateado en el poder en una tradición muy ibérica que nos conduce primero por los Maura, luego por los Oreja y otros miembros de la derecha más o menos franquista hasta llegar a los socialistas que antes no temían al futuro porque no tenían futuro pero que ahora tienen mucho futuro... y pasado.
Nada más repugnante este año que la muerte del último de los Kennedy, Ted, y el bombo que se le dio cuando el infeliz sólo tenía apellido... aunque con eso es suficiente. Nada más obsceno que la patrimonialización de la política en unas pocas manos. Hervía cuando sacaban en las revistas del corazón a los hijos de Felipe, me reía con la boda en el Escorial de la hija de Aznar y Agag (al fin y al cabo son la derecha, pensaba, y su sueño es casar bien a sus hijos) y me quedo asombrado del nuevo socialismo, aunque sus métodos son tan viejos como el enchufe (una palabra que el primero que utiliza, que yo sepa, es Camba en vísperas de nuestra Guerra para referirse a los socialistas) y el padrinazgo.
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