viernes, 13 de agosto de 2010

La Política Exterior de España. Griñán nos da una alegría

«Tuvo usted para elegir entre la humillación y la guerra, eligió la humillación y nos llevará a la guerra.», le espetó Churchill a Chamberlain y su política de apaciguamiento. No sirve contemporizar con los dictadores, como ya debería haber aprendido Moratinos, que no es ningún niño (ha pasado los sesenta años). Pero es lo que él ha hecho desde que llegó al cargo: Libia, Venezuela, Cuba, ahora Marruecos (no sé si cuando escribo esto habrá hecho alguna declaración o seguirá dependiendo de los contactos del Rey).
No hace falta recordar a Chamberlain, el venezolano Hugo Chávez comenzó a extraditar etarras (ningún Presidente de Venezuela lo había hecho hasta la fecha) a España tras el fallido golpe de estado en el año 2002. Aznar le metió el miedo en el cuerpo. Una vez que se fue Aznar y llegó el tándem Moratinos-Zapatero eligió España como blanco de sus críticas.
En cuanto a Marruecos, allí nada ocurre sin que lo quiera su dictador Mohamed VI: las auténticas organizaciones de derechos humanos se encuentran encarceladas o en el exilio. Si hay abusos de la policía española, evidentemente que debemos investigarlos y depurar responsabilidades, pero las imágenes que se ven en youtube y los carteles en los alrededores de Melilla insultando a mujeres policías españolas (para cuándo la cuota diaria de televisión de nuestra Ministra de Igualdad) nos habla muy bien de qué entienden los marroquiés por derechos humanos.
Que haya hablado el Rey nuestro con el suyo, tiene un sentido (Juan Carlos conoce a la mayoría de los dictadores musulmanes desde tiempos de Franco, que no reconoció el Estado de Israel. Curiosa España en la que Franco y la izquierda comparten antisemitismo). Si lo hiciera Moratinos tal vez entregáramos Ceuta, Melilla, las Canarias y el trozo de España que escojan los marroquíes.
Como siempre amenazan con no controlar a sus inmigrantes, con inundarnos de drogas barata (dónde hay que firmar) y con no sé qué más. España debe aprender también a amenazar: desde expulsar inmediatamente a todos los irregulares marroquiés, prohibir que quienes estén legalmente en España manden divisas a su país; decirle claramente a Marruecos que España no aceptará nada diferente a un Sáhara independiente; y, por último, utilizar la discriminación positiva tan querida a la izquierda española: si discriminamos positivamente a los asiáticos, los americanos y las mujeres, ateos y homosexuales de Marruecos u otros países islámicos y en España permitimos la entrada de un número limitado de personas discriminaremos negativamente a los hombres marroquiés y musulmanes (es lo que tiene la discriminación positiva que tanto vende, que siempre discrimina negativamente a alguien).
Algunos periódicos se preguntan qué pretende Mohamed con el boicot: Marruecos siempre aprieta cuando cree que la circunstacia es propicia: la muerte de Franco y la derrota del PSOE en las Elecciones de 2012 (incluso si ganara el PSOE es imposible otro político tan comtemporizador con los dictadores: izquierdistas, derechistas o islamistas). Con Aznar y Perejil le salió mal: aunque la operación militar puede parecer ridícula (la cabra de la Legión hubiera expulsado a los marroquíes) era necesaria, y, visto el alineamiento de Francia con Marruecos, se comprende el que llevó a Aznar a arrojarse en brazos estadounidenses (aunque imagino que Aznar sabe que fue Kissinger quien ideó la Marcha Verde).

PD. Una buena noticia: Griñán quiere a Moratinos para Alcalde de Córdoba. Yo haría una colecta popular, a lo pesetica de Lola Flores, para hacerle en esa bella ciudad un palacete bien surtido de rojo libanés y que pase un buen retiro el peor Ministro de Exteriores de la democracia.
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