domingo, 29 de agosto de 2010

¿Para qué sirve la ONU?


La Organización de las Naciones Unidas es antidemocrática (o, por lo menos, no democrática), como demuestra el hecho de que en ella convivan democracias con regímenes autoritarios o totalitarios. 
Que unos países tengan derecho a veto, incluida la dictadura china, lo demuestra aún más. También es anacrónica: ni Gran Bretaña ni Francia son ya potencias; tan sólo Alemania (o la Unión Europea) debería estar en el Consejo; se olvidan de los países musulmanes (tal vez Turquía); de la India; y de la América no anglosajona (nuestra esperanza era México, pero va a ser Brasil quien aglutine a todos estos países).
Pero lo peor no es que no sea una democracia, sino que no cumple (más bien, no hace cumplir) su propia Declaración de los Derechos Humanos.
Ahora el Consejo de Seguridad de la ONU exige investigar la violación de al menos 154 congoleñas. Bien, lo que no cuadra es que había tropas de la ONU acuarteladas a treinta kilómetros del lugar de las violaciones y no actuaron.
La ONU y el holandés Karremans (que ahora vive en España) deberían ser parte importante en una nueva Historia Universal de la Infamia. Esperemos conocer pronto los nombres de quienes con su cobardía han permitido que guerrilleros hutus y milicianos de Mai Mai violaran a multitud de mujeres y niñas.
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1 comentarios:

Evaristo dijo...

Estoy de acuerdo contigo en que en la historia de la ONU ha habido muchas sombras, pero te haría tres matizaciones:

Primero, no hay que confundir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que es el que toma las decisiones sobre las misiones de paz o las sanciones que se aplican o no a determinados estados miembros, y que es el único que incluye el famoso y anacrónico sistema de veto, con el resto de organismos y agencias de Naciones Unidas, que se rigen de forma mucho más democrática y se dedican de forma exitosa a asuntos como la distribución de alimentos y medicinas, la concesión de microcréditos, la educación de millones de niños en el tercer mundo, el desarme y la no proliferación de armas de destrucción masiva, etc etc.

Segundo, no hay que confundir una determinada decisión tomada por los estados miembros en el seno del consejo de seguridad con la voluntad de la propia organización.

Tercero, no sé hasta qué punto se puede achacar el error (un inmenso, cobarde y reprobable error) cometido por las tropas holandesas cuando actuaban bajo mandato de Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia a la propia organización. Si no hicieron nada en Srebenica es porque no quisieron, no porque "la ONU" sea mala.

Un saludo.