Asusta en primer lugar que se hable de genes (como si la experiencia europea no fuera lo suficiente triste) y después que se olvide, por ejemplo, de que los obreros franceses votaron masivamente a Le Pen hace dos elecciones porque se mostraban contrarios a los inmigrantes. Luego esos obreros (que ahora se "rebelan") votaron a Sarkozy. También (y si el PSOE sigue con la idea de que es un partido obrero) son la clases bajas las que matan con mayor abundancia a sus mujeres.
- Alfonso Guerra. Alfonso Guerra es muy dado a los insultos: algunos ya han pasado a la historia negra de la democracia española como los que dirigía a Suárez. A Rajoy le llamó "mariposón" y su partido le rió la gracia (no sé si los homosexuales socialista también). Ahora le ha dijo a la nueva Ministra de Exteriores, "Señorita Trini". Y esta vez sus compañeras sí lo criticaron. Sin embargo, la ridiculización de la Ministra no es sexista, sino clasista. Lo de "Trini" es evidente, y el recochineo claro, era su lema de campaña: le habrían dicho a la Ministra que quedaba más chachi lo del nombre incompleto y sin apellido. Tal vez le dirían también que era chachi y juvenil lo de la chupa. Aunque desde las canciones de los Burning dudo que alguien lleve chupo, no, por supuesto los jóvenes. Lo de "señorita" es convertir en femenino el término "señorito" de toda la vida que a Trinidad Jiménez le casa en su primera acepción de la RAE y en la segunda y tercera: " Hijo de un señor o de persona de representación. 2. Amo, con respecto a los criados. 3. Joven acomodado y ocioso". A ella se le puede añadir el andaluz, es decir, "señorita andaluza". Que son de donde suelen ser los señoritos (y las señoritas) aunque vivan en capital.
Las compañeras de Trinidad Jiménez no tienen cultura o no han querido darse por enterados. Menos mal que no la llamó Señorito Iván, que dudo que entre sus lecturas esté los Santos Inocentes de Delibes. Los críticos del PSOE podían haber hecho leña: Guerra está diciendo que al joven socialismo lo considera de un pijerío parecido al del PP. Los progres contra los pijoprogres. La pana contra la chupa (aunque, ya digo, lo de la chupa no creo que se popularice).
-Arantza Quiroga es la primera mujer, además del PP, que presiden el Parlamento Vasco. En la primera entrevista que le hicieron en El País (contraportada en domingo, una tal Karmele, creo, la peor periodista de España) una periodista desenfadada le pregunba por el preservativo y la segunda autoridad política vasca respondía que ella no practicaba sexo sin condón. Este caso fue peor: los políticos deberían ser ejemplo de la sociedad, pero sólo son su reflejo, o el reflejo de la escoria de la sociedad. Es deber de los periodistas intentar elevar el debate: y centrarse en el sexo sin condón de la Presidenta del Parlamento Vasco refleja nuestra nula capacidad para trascender de una anécdota sin importancia.
Luego cada uno tenemos nuestros pensamientos impuros: y al cabestro le gustan los labios de Pajín, a otros los de Cospedal y seguro que a otros y otras el culo o el paquete de tal político. Sólo que lo que nosotros digamos tiene poca importancia, pero el Cabestro de Valladolid, Alfonso Guerra, M. Ángel Martínez (el de "está mal follada") sí tienen una responsabilidad.
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