domingo, 19 de diciembre de 2010

The Town


Tal vez no les guste Ben Affleck como actor. Dudo que a nadie (yo le cogí manía tan pronto lo vi en Mallrats (quince años después y todavía continúa como mejor película de Kevin Smith). Pero olvídense de sus prejuicios, hasta olvídense del hecho de que se ha reservado el papel protagonista de The Town. Con esta su segunda película se ha convertido en uno de los directores más interesantes del género policíaco. No a la altura de Michael Mann, pero es uno de esos casos, como el de Mel Gibson (disculpen este nombre tan poco políticamente correcto, pero hay más cine en Apocalypto que en cualquier filme de sus contemporáneos), en que un mediocre actor sobresale en la dirección.

 A Ben Affleck se le adivinaba buen gusto ya desde que, junto a su amigo Matt Damon, escribiera el guión de El indomable Will Hunting en 1997, y lograra el Oscar. Vale que para el público indie de Van Sant fue una decepción, mayor quizá que Harvey Milk; que este público se muestre más dispuesto a tragarse Gerry, con guión de Matt Damon y el hermano de Ben, Casey (del que nadie debería perderse su falso documental con Joaquin Phoenix, I’m still here), pero las películas de Ben Affleck deberían hacernos pensar que no es necesario idear argumentos retorcidos para firmar un guión espléndido
En Adiós, pequeña, adiós (Gone baby gone, 2007) y en The Town (Ciudad de ladrones), juega en la ciudad donde no nació, pero se crió, Boston. En las dos adapta novelas de escritores de éxito. En la primera a Dennis Lehane (Mystic River de Eastwood y Shutter Island de Scorsese), en esta última a Chuck Hogan (quien ha escrito junto a Guillermo del Toro las dos primeras partes de la trilogía Nocturna sobre el vampirismo como una plaga). Si tuviera que recomendar una sería la primera, Adiós, pequeña, adiós, precisamente porque en ella aparece como protagonista Casey mientras que en esta Ben se reserva el mejor papel… y le queda grande.
Quien conozca el universo de Lehane se imaginará que la primera es más negra, mientras que The town recuerda al policíaco de los 70. En ambas no necesita Affleck que los espectadores sepan que tras la cámara hay un autor a la manera que entendía la Nouvelle Vague: el peso recae sobre los actores. Aunque algunas secuencias de acción recuerdan al Mann de Heat. Acompañan a Ben en esta historia de robos Rebecca Hall y Jon Hamm (que sale airoso del difícil reto de escapar del Don Draper de Mad Men: qué difícil para un actor no encasillarse tras tantos años interpretando el mismo papel, aunque ya se soltó como vecino de Tina Fey en 30 Rock). Un grupo comete un atraco, el jefe se enamora de una cajera y duda si ésta lo reconoció (no exactamente, pero entraríamos en terreno spoiler), mientras que la policía estrecha el círculo. ¿Lealtad hacia su banda, hacia la mujer que ama? ¿Quiénes son los buenos? ¿Quiénes los malos?
Estoy convencido de que en unos años Ben Affleck firmará una obra maestra del género, lo llenarán de Oscar y tal vez, sólo tal vez, abandone la actuación. Y así todos felices.


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