lunes, 21 de febrero de 2011

Juan Pablo II, Losantos y el consumo de estupefacientes

La religión droga; la política droga. Pero no nos vayamos como Marx a pensar que drogan al pueblo. Drogan a los religiosos y a los políticos.


Como de película de Cheech y Chong, fue Juan Pablo II y su anuncio de que el tercer secreto (misterio) de la virgen de Fátima tenía que ver con el atentado contra su persona. Tres secretos, y uno de ellos nada sirve para la historia de la humanidad. "Papa bueno, Papa muerto", diría algún desaprensivo. Yo no. Si de algo sirvió este tercer secreto es para ridiculizar los otros dos, y los anteriores, y los que vengan. Y para hablarnos de la falta de modestia de los religiosos: mucho fustigarse y Dios con ellos. Para qué iba a perder el tiempo el Todopoderoso con los atentados de los 11 (S y M), con el tsunami, con el terremoto de Chile, con la victoria de la Selección... Un fanático quiso matar a otro fanático. Ni más ni menos.
Otro de los grandes, Losantos, que al igual que Juan Pablo (il due, como Salgado, Michel), se cayó en la marmita de la anfeta: descubre la clave del 23F en su columna de El Mundo: "La tercera clave es que al año siguiente el PSOE gana las elecciones [...] Que antes ya había montado con el PSC-PSOE la movilización contra el manifiesto de los 2.300 que culminó en el acto del Camp Nou y el atentado contra mí...". 
Aquí lo tienen, en última instancia el 23-F trata del joven Losantos, como los pastorcillos y la Virgen tratan del Papa.
Qué bien se lo pasaban el joven Losantos y el viejo Papa: y luego las drogas son un invento del diablo.
Votar esta anotación en Bitácoras.com

0 comentarios: