"¿Y los demás? ¿Esos que son jóvenes pero no parte de «la generación más preparada de la historia»? Por ellos, por los que nos quedamos aquí, sí pueden hacer algo los poderes públicos".
Hace unas semanas escribía un artículo, No hay futuro, en el que hablaba del paro entre los jóvenes y la posibilidad de emigrar. Escribía "la generación más preparada de la historia" porque se ha convertido en una frase tópica y también con un punto de ironía. No creo que exista algo así como "la generación más preparada de la historia".
Queremos pensar que cada generación supone un paso más... hacia dónde... no lo sé.
En Estados Unidos se consideró a los combatientes de la batalla de Normandía, como sus mejores hombres. Luchar en el Día D tiene un mérito indudable. Pero leyendo a Niall Ferguson descubres que la mayoría de esos soldados fueron incapaces de acertar con casi ningún tiro. Leyendo a Max Hasting comprendes que el soldado soviético y sobre todo el alemán era muy superior al inglés y al norteamericano (por no decir nada de los franceses). Esto lo pensaba también Churchill.
Los informes PISA nos hablan de unos estudiantes no precisamente sobresalientes, aunque es cierto que el número de licenciados ha aumentado, tanto que requieren técnicos españoles en el extranjero (conocimiento técnico y pocas humanidades: en el último episodio de The Big Bang Theory, Sheldon decide no ir a una recaudación de fondos cuando se entera que el dinero podría ir destinado a las artes liberales).
Pero nuestra tolerancia con la corrupción es enorme, la necesidad de políticos populistas que saquen lo peor de nosotros, el voto fijo al PSOE o al PP, los nacionalismos...
Deberíamos pensar que existe, en la última generación (ya parece Extremoduro) algunas personas muy preparadas, cada vez con más contactos con sus iguales del resto del mundo. Nada más... aunque suficiente.
Vamos a dejarnos de jeremiadas, quien pueda que se marche (para respirar mejor) pero ni de los alemanes ni de los políticos españoles podemos esperar que nos vayan a arreglar nada. Espero que la etiqueta "la generación más preparada" cambie pronto por la "la generación menos dispuesta a dejarse engañar".
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