 |
| Cayo Lara en Lorca |
“¿Os imagináis que no hubiera habido lo público, que hubiera sido como el desastre de Nueva Orleans?". Preguntó retóricamente el candidato de IU desde Baracaldo.
De momento, lo público funcionó en Lorca en su primera parte: Protección Civil, bomberos, coordinación entre Gobierno de España y de Murcia, es decir, en los momentos posteriores a la catástrofe. Aunque no, como resulta visible para cualquiera que pase, en la segunda parte: la reconstrucción de la ciudad.
En L’Aquila 2009 o en Nueva Orleáns 2005 también se comprometió el Estado en las ayudas. Promesas incumplidas en Italia y también en Nueva Orleáns, aunque las desgracias de esta última ciudad nos han legado una de las mejores series de los últimos años: Treme.
Necesitamos un Estado fuerte, sí, pero más importante aún: una ciudadanía vigilante que evite la corrupción y el desinterés que inevitablemente se producirá tras las elecciones. Porque el Estado que ha defendido Cayo Lara fue el mismo que dio licencias de construcción a edificios que, en principio, no debían haberse caído. El Estado que permite que se construya con material de deshecho y el Estado que luego promete ayudas. Paradójico. O no tanto si pensamos que en democracias continúa la confusión entre gobernantes y Estado. Los primeros se comportan como si todavía fuera válida la frase atribuida a Luis XIV de “El Estado soy yo”.
Pero el Estado somos todos los españoles, no la casta que promete en nuestro nombre ayudas a nuestros vecinos. Estado sí, pero por encima de todo mecanismos de control de este Estado para que no engañen al resto de los españoles como hicieron con los lorquinos o los gobernantes norteamericanos con los habitantes de Nueva Orleans.
0 comentarios:
Publicar un comentario