viernes, 20 de enero de 2012

Immortals: Tarsem Singh, el pintor, necesita guionista

Teseo y el Minotauro
Si el aprendizaje requiere práctica y error, el cine de Tarsem Singh difícilmente mejorará: una película de 2000 La Celda; otra de 2006 The Fall: el sueño de Alexandría e Immortals de 2011.

The Fall es una de esas joyas ocultas entre tanta pedrería y La celda e Immortals comparten defectos y virtudes. Como defectos, un guión risible, tanto en su argumento, como en la ligazón de secuencias o en la creación de personajes interesantes, dotados de cierta profundidad.
Puja por una esclava, de Gerome
La gran virtud de Tarsem Singh es el tratamiento pictórico de cada uno de sus planos, sobresaturados de color. Un esteticismo que al crítico de la revista Dirigido le recuerda, por ejemplo, el Olimpo de Tarsem Singh, los cuadros de Jean-Léon Gérôme. Pero le falta la sexualidad orientalizante, cruel del pintor decimónico, con sus mercados de esclavas. La sangre en Immortals no salpica ni el (escaso) sexo parece sexo

La comparación con Zack Snyder y su obra maestra, los 300, no deja en buen lugar este Immortals que activa, como una droga de corto efecto, todos los puntos del placer mientras dura la película, una película que no se recordará media hora más tarde.

El esteta necesita guionista.
PD. Esto es cine, no una clase de mitología: quien busque en Zeus, en Teseo un parecido con nuestros mitos heredados se va a decepcionar.


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