lunes, 19 de agosto de 2013

Falta de cultura democrática; elites que responden a otras elites: el caso de Juani Sánchez

¿La democracia ha de apoyarse en una "cultura democrática" para existir y perdurar? 
La cultura democrática, siguiendo La democracia a gran escala. Condiciones políticas, necesita de una opinión pública convencida de que los procedimientos e instituciones democráticas constituyen el modo adecuado de gobernar y respeten las reglas del juego; respeto también y tolerancia hacia las ideas y formas de vida ajenas a las propias; actuar como ciudadanos, no como sujetos pasivos.
En cuanto a los gobiernos, en una cultura democrática, fundamentalmente, se trata de que no olviden su condición de simples representantes de la ciudadanía a la que están obligados a rendir cuentas sin transgredir los límites que marcan las propias leyes.
Resulta más sencillo gobernar en democracia que adquirir una cultura democrática, como en España encontramos en el día a día múltiples ejemplos de políticos que entienden la democracia como un día de elecciones y cuatro años de todo se vale: sin transparencia, sin dar explicaciones, sin tratar de escuchar al otro, con la intención de expulsar o arrinconar a quien no piensa como tú, respondiendo en todo caso a las otras elites políticas pero en ningún caso a la ciudadanía...
La práctica de una elite respondiendo a otra elite y despreciando a la ciudadanía (de la que, votantes suyos o no, los políticos son -o deberían ser- sus servidores), no encuentra mejor ejemplo en la comarca del Noroeste que en Bullas y en el Partido Popular que gobierna.
El traslado de la periodista de La Onda de Bullas Juani Sánchez  (Juani de la Radio) al Museo del Vino ha llevado a muchos ciudadanos a movilizarse para pedir su regreso o conocer los porqués del traslado o sobre los tiempos en que se le ha notificado (estando ella de vacaciones vacaciones y sin la posibilidad de despedirse de quienes han sido sus oyentes  estos últimos quince años). 
El Equipo de gobierno del PP no ha dado una respuesta a la ciudadanía, solo ha salido al paso cuando IU-Verdes y PSOE han enviado a los medios sendas notas solidarizándose con la periodista y acusando al Gobierno Popular de censura. 
El propio encabezado de la nota del PP ya nos da una idea de cómo funciona la política española -en el caso del PP de Bullas se añade al final en cada nota la coletilla "y tú más"-: "Respuesta del Equipo de gobierno al PSOE e IU por el traslado de una trabajadora municipal". 
Lo dicho, una elite respondiendo a otra elite para la que la preocupación de los ciudadanos no es auténtica (si no son siervos de su partido deben serlo de otros partidos) o, en caso de serlo, se trata de personas -pobrecicas- engañadas por la otra elite.
La falta de cultura democrática en España lleva a los gobernantes a pensar que no son ellos los servidores de los ciudadanos durante cuatro años -aunque fuera por esa razón tan vulgar de que comen y beben a costa de ellos-, sino los ciudadanos sus siervos durante ese periodo de tiempo. O más, porque la democracia en países de escasa cultura democrática (por la religión, la historia, la civilización...), como España o Rusia, acaba convirtiéndose en un espejismo de democracia.


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