
aje a Manuel Vázquez Montalbán) ni ninguno otro de los personajes de la novela, ya sean profesores universitarios o Mozos de Escuadra. Construidos tópico tras tópico, con diálogos sin apenas interés; en una novela que no es ni chica ni limoná: ni una de detectives a la antigua usanza como las de Dorothy L. Sayers, donde importan los interrogatorios, las pistas que se dejan, pero tampoco, como en una de Donna Leon -a la que Carme Riera también cita como inspiración- importa más la atmósfera que recrea.
No toma el pulso a la Cataluña de los Mossos como Lorenzo Silva en La marca del meridiano y la Barcelona universitaria: con sus estudiantes ocupas; sus becarios, sus profesores... tienen un trazo tan grueso que tal vez los únicos que encuentren interés a la novela estén entre los conocidos de Carme Riera que puedan sospechar que tal o cual personaje se ha inspirado en ellos.
PD. No suelo escribir sobre novelas que no me han gustado nada, pero eran tantos los elogios a la académica mallorquina y a esta novela, de la que -de nuevo Andreu Martín- se dice que puede actualizar el negro al siglo XXI... Probaré con otra de sus novelas por si tuviese más suerte.
0 comentarios:
Publicar un comentario