viernes, 7 de marzo de 2014

Una cuestión de tiempo: un Richard Curtis más sentimental

Una cuestión de tiempo (2013), comedia con viajes en el tiempo incluidos, vuelve a mostrarnos a Richard Curtis como el director-guionista (más lo segundo que lo primero) más en forma de comedias convencionales. Quizá porque nunca ha sido del todo Hollywood, porque viene de la comedia británica (suyos son los guiones de Cuatro bodas y un funeral y de Notting Hill), que conjuga buenos actores con unas situaciones que nos parecen más de aquí (que le pueden pasar a la vecina del quinto) y unos diálogos, con eso que se llama naturalidad.
Brillan Rachel McAdams y Domhnall Gleeson en una comedia que, al contrario que su Love Actually o Notting Hil, no presenta el clásico guión: chico conoce a chica; chico pierde a chica; chico recupera a chica. En Una cuestión de tiempo trata de contar una vida: con sus nacimientos, muertes, peleas, reconciliaciones, pero sin el climas. Por el camino, pierde humor y gana sentimentalismo. ¿Bueno, malo...? Yo prefiero sus anteriores películas; y también que no lo fíe todo al gag verbal, que deje alguna escena de humor o de amor que se quede en la retina. Es pedir demasiado, como también lo es pedirle que repita La víbora negra, la serie que en los 80 realizó al servicio del Rowan Atkinson antes de que se convirtiese en Mr. Bean.
¿Fue Una cuestión de tiempo la mejor comedia de 2013? Probablemente. ¿Qué nos dice de las comedias Hollywood aunque ésta no lo sea pero lo sea? Nada bueno.
Eso sí, Jimmy Fontana para una boda; Nick Cave para un funeral, me pareció una fantástica elección.


Votar esta anotación en Bitácoras.com

0 comentarios: