viernes, 22 de agosto de 2014

El laboratorio del miedo: una historia general del terrorismo, de Eduardo González Calleja

El laboratorio del miedo. Una historia general del terrorismo toma su título de una frase del escritor Oscar Wilde "en una palabra, el terrorismo es un laboratorio del miedo"; es una historia general del terrorismo, en la que Eduardo González Calleja estudia las oleadas históricas de violencia terrorista (nos encontraríamos en la quinta) que, con matices, toma de David C. Rapoport (que habla de cuatro oleadas).

Para Rapoport, la primera oleada se situaría entre 1880 y 1900, con secuelas hasta la década de 1920 ("violencia con frecuencia de tipo magnicida, caracterizada por el hallazgo técnico de la dinamita, y favorecida por la revolución en los medios de transporte y de comunicación"); la segunda, de 1917 a 1965, "donde el principal estímulo de la acción terrorista fue la liberación nacional, favorecida por un contexto político más propicio a la autodeterminación y la descolonización". Es aquí donde González Calleja difiere de Rapoport, ya que este periodo lo divide en dos: "una etapa independiente de violencia terrorista subsidiaria de proyectos revolucionarios o contrarrevolucionarios vinculados con la crisis del liberalismo clásico y la exacerbación de los nacionalismos europeos entre las dos guerras mundiales". Y la tercera etapa "que iría desde la década de los cuarenta hasta mediados de los sesenta: "esta oledad coincidió con el momento álgido del proceso descolonizador, y puede darse por definitivamente cancelada tras la reunificación de Vietnam a mediados de los años setenta". El terrorismo jugó un papel secundario respecto a otras formas de violencia como la guerrilla.
La cuarta oleada, entre fines de los sesenta e inicios de los ochenta,"vino marcada por la crisis den los modelos subversivos propios del ciclo anterior": "este nuevo terrorismo revolucionario de carácter eminentemente urbano pretendió actuar como el sustitutivo imperfecto de una revolución (social o nacional) imposible. A fines de ese ciclo, el terrorismo ideológico de izquierda o derecha entró en franca decadencia, mientras que algunos movimientos terroristas de carácter nacionalista-separatista aún se mostraron capaces de prolongar una situación de conflicto violento gracias a la articulación de un apoyo popular más estable y consistente".
La quinta y última oleada terrorista hasta la fecha, de carácter predominantemente religioso, ha arrancado de cuatro acontecimientos clave: la revolución iraní de febrero de 1979, la retirada soviética de Afganistán en febrero de 1088 y el derrumbamiento de los regímenes comunistas en 1989-1991 en coincidencia con la primera Guerra del Golfo Pérsico de 1990-1991. La gran innovación táctica de esta etapa sería "un terrorismo sagrado y primordialista con un acusado componente martirial y autoinmolatorio que arraigó en principio y sobre todo en sectores islámicos".

Para resumir: 0. Sectas terroristas premodernas (Sicarios, Asesinos, Thugs); 1. Movimientos populistas-nihilistas (1877-1900): populistas (magnicidio); anarquistas ("propaganda por el hecho"); minorías étnicas en estados plurinacionales (resistencia armada); 2. Movimientos de subversión armada en estados nacionales (1905-1945): marxistas revolucionarios (vanguardismo insurreccional);  fascistas y ultranacionalistas: paramilitarismo y "vigilantismo"); Resistencia: lucha armada contra ejércitos de ocupación. 3. Movimientos anticolonialista de liberación (1945-1965): Guerra de liberación nacional - guerra popular revolucionaria -guerrilla urbana; 4. Movimientos de "nueva izquierda" (1965-1980): Extrema izquierda: guerrilla urbana tercermundista y terrorismo antiimperialista. Separatistas: guerrilla urbana tercermundista y terrorismo antiimperialista. 5. Movimientos primordialistasy fundamentalistas (1979-  ): Integrismos y fundamentalismos religiosos (guerras de baja intensidad, terror global). Étnico-nacionalistas (conflictos intercomunitarios): separatistas y/o racistas y supremacistas.

Estamos ante todo frente a un libro histórico que nombra los principales grupos terroristas de la historia y sus etapas prestando atención a los factores que lo posibilitaron, la sociedad en la que aparecieron y su evolución. Sin embargo, uno de los capítulos más interesantes es el primero, con amplia bibliografía, donde plantea el estado general de la cuestión según autores y perspectivas: el terrorismo como forma específica de violencia política; la fundamentación psicológica del terrorismo; el terrorism como propuesta estratégica para la subversión.... Y otro capítulo previo a la primera oleada en el que trata de clarificar términos, como el origen de la palabra terror y su relación con el Estado y como el terrorismo político se fue desligando del concepto de terror estatal para calificar a uno de los instrumentos al que recurrían determinados grupos de oposición para derrocar a un gobierno acusado de regirse por medio de la represión sistemática. El terrorismo conviviría o sustituiría a otros instrumentos como conspiración, guerra popular, "foquismo", guerrilla urbana.
González Calleja analiza y enumera principalmente ese terrorismo, aunque advierte: "Contemplado en perspectiva histórica, el terrorismo no ha sido el arma del débil, sino el instrumento empleado rutinariamente por el fuerte (el Estado), y usualmente el último recurso del débil [...] De modo que en una historia general del terrorismo no se puede obviar aunque no se trate con similar detenimiento, y cuando se inserta en una dinámica de desestabilización que provoca el terrorismo insurgente o actúa como respuesta desaforada al mismo". Además del terrorismo de estado no olvida las medidas que toman los países contra el terrorismo (como las tomadas por Estados Unidos a raíz del 11S, que considera contraproducentes) o las cumbres internacionales contra el terrorismo que comienzan en Europa cuando se producen los primeros atentados anarquistas.
El libro de González Calleja supone un hito entre los escritos por españoles (centrados generalmente en el terrorismo etarra) o publicados en español (prueba de ello es que la mayor parte de la bibliografía no está traducida al castellano), de lectura densa aunque muy interesante en sus primeros capítulos, no se puede decir lo mismo de todos; es decir, a un lector español puede interesarle la Yihad global de Al Qa'ida; el terrorismo en Irlanda, pero seguramente menos el canadiense o el armenio o el kurdo... por lo menos hasta que esos conflictos, ahora en segundo plano, recobren actualidad. Para ese momento este libro puede utilizarse como manual y como puerta abierta a otros libros que traten exclusivamente del terrorismo en una época o parte del mundo
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