martes, 4 de agosto de 2015

Conciliar vida familiar y vida social en Caravaca

Conciliar vida familiar y laboral está bien. Eso dicen los suecos, y en este blog somos fans de los suecos. 
Conciliar vida familiar y vida social debe ser ya...
Al parecer conciliar la vida laboral y la familiar sí se puede... si quiere el Gobierno nacional. ¿Y conciliar la vida familiar y la vida social de quién depende? ¿Por qué no de los ayuntamientos? Si asumen tantas competencias que no les corresponden, qué importa otra más: la de hacernos felices.  O tratar de.
No les pide que ideen una Concejalía de la Felicidad en mi pueblo.. De momento. Aunque hay países -Venezuela, Ecuador...- con todo un Ministerio de la Felicidad.
Tampoco, dios me libre, insinúo que la felicidad nuestra requiera separar tajantemente vida social y familiar. Pero en ocasiones ayuda. La familia en un compartimento; los amigos, en otro... Y la felicidad en ambos.
Pasito a pasito: breves ayudas que nos lleven a cantar la de Cantando bajo la lluvia a casi cuarenta grados. Primer paso: guarderías nocturnas. Centros de Conciliación de Vida Laboral y Social Nocturnos, si lo prefieren, incluso en mayúscula.
No, por ejemplo, para cuidar nuestros niños cuando nos plantamos una noche de viernes en La Zona esperando entrar al Class para ver a Miriam Sánchez, a quién, a Lucía Lapiedra. "¿Eso hacen los caravaqueños?". "Sí, también le echan fotos. Con suerte hasta se fotografían con ella". "¿Como en Lola Montes?". "Sí, pero en Caravaca".
La Zona de Caravaca: sus locales deberían prestar servicio de guardería
Olvidémonos de Miriam Sánchez; esa guardería deberían montarla los locales de la Zona, y ganarían clientela. Y aumentaría la FNB o la FIB (Felicidad Nacional Bruta o Felicidad Interna Bruta), que es como se mide en Bután la calidad de vida.
Guardería nocturna:. ¿Dónde realizamos la prueba? En cine de verano en Caravaca, por ejemplo, que está resultando un éxito. ¿Pero a las diez de la noche con hijos? O soy un padre demasiado estricto o estoy deseando que la mía se acueste. Pero a las diez y media está en la cama. Trato de que esté, quiero decir: suele estar en la cama pero no dormida. Así que ni los títulos de crédito del principio; y si hay sorpresa como en los títulos finales de Ant-Man...
En el colegio Basilio Sáez, en cuyo patio se proyectan las películas, en alguna de sus aulas podríamos amontonar a toda la zagalería del pueblo. ¿En qué aula? ¿Todos en la misma o separados por tamaño o peso? Esa cuestión ya correspondería tomarla al nuevo Concejal de la Felicidad. Desde que sé que solo lloran para meternos miedo, le recomendaría que en la más alejada para que sus adorables gritos no impidan entender los diálogos.
Después del cine de verano, podría ampliarse al teatro, las visitas... Entre semana Centro de Conciliación Nocturno a cargo del Ayuntamiento; los fines de semana, guardería nocturna a cargo de los pubs de la Zona. Una división del trabajo para hacernos felices.


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