sábado, 17 de octubre de 2015

La sublime locura de la revolución, de Indro Montanelli

Envía Il Corriere della Sera a su periodista Indro Montanelli a Budapest un 1 de noviembre de 1956. El 23 de octubre había explotado en Budapest la insurrección.
La editorial Gallo Nero recoge en La sublime locura de la revolución los artículos que escribió desde Hungría, Austria o Italia. "Tengan en mente que nadie lo ha visto todo. Yo explicaré tan solo lo que he visto. Y pido disculpas por anticipado si parece demasiado poco", anuncia su propósito en Viena la noche del 12 de noviembre. Antes ha advertido al lector: "Es una historia parcial, naturalmente, como por lo demás lo son todas las historias".

En estos artículos, publicados por primera vez en España, se dividen en una primera parte donde prima la crónica y en una segunda donde trata de analizar políticamente lo ocurrido.
El periodista, uno de los más grandes del siglo XX, quien ha vivido desde la España en guerra, la atracción por el fascismo y su resistencia hacia él, quien ha sufrido en sus carnes un atentado (y todo lo ha dejado escrito en libros prodigiosos como en Gentes del Siglo o Memorias de un periodista), se emociona con esa revolución y hasta parece que le pone poesía (y él mismo páginas más adelante se burla de los que como él ahora escriben poesía). Al reaccionario no le leyeron en su país ("¿por pereza, por prejuicios, por distracción?" se pregunta su prologuista Miriam Mafai) quizá quienes más hubieran aprendido. Porque, junto a polémicas con comunistas italianos (que nos parecen lejanas, que poco nos importan) y con datos incompletos de los que ocurrió en aquellos días de insurrección, acierta antes que casi nadie en lo que escribió Raymond Aron y que cita la prologuista: "buscan una tercera vía que suprima la tiranía estalinista sin que ello implique el retorno a la propiedad privada de los medios de producción).
Indo Montanelli es el primero (de los primeros) en descubrir un cadáver (el comunismo), quizá dos, porque anticipa un segundo, moribundo pero que en 2015 aún no se ha enterrado. "En Budapest el comunismo ha muerto; lo digo con profunda convicción. Y no hay artificio dialéctico que pueda resucitarlo. De él no queda más que un ejército cargado de cañones que disparan contra obreros, estudiantes y campesinos (...) Pero en Budapest ha muerto también nuestra "reacción". Esta nunca estuvo presente en las barricadas ni entre los protagonistas del episodio más bello y noble de la historia europea de posguera", escribe el 24 de noviembre de vuelta a Roma (Nada de limosna, somos magiares".Pese a los propagandista del comunismo que achacaron la insurrección a agentes imperialistas extranjeros y pese a los propagandistas del capitalismo que abandonaron a los húngaros (en los mismo días, se producía la nacionalización por parte de Egipto del Canal de Suez).
En Hungría hubo "dos fases, la primera fue una revuelta "dentro del Partido", la de los comunsitas que protestaban contra un determinado comunismo. La segunda, superpuesta a la anterior, fue la revolución nacional antisoviética. (...) El Ejército Rojo provocó la segunda porque quería aplastar la primera". (El error de Nagy Roma, 28 de noviembre).
Montanelli, tras la revolución húngara cree haber hecho examen de conciencia, algo que dice son incapaces la mayoría de los comunistas italianos, pero también a muchos de su "bando".  "El comunismo ha sido para ellos una experiencia mucho más dura, ardua y extenuante de lo que fue para nosotros el fascismo, que exigía de nosotros un "supremo sacrifico", sí, pero que después se contentaba con uno más moderado y nos lo compensaba con creces a base de medallas y "saltos de rango", escribe en "El tubo vacío" (Roma, 1 de diciembre) antes de esperar que "su gesto de valentía y sinceridad nos obligaría a otro tanto por nuestra parte: un examen de conciencia acerca de los errores del capitalismo, un examen que, todo sea dicho, llevaos tiempo deseando en nuestro fuero interno". 
Montanelli hizo ese examen, ¿lo hizo el capitalismo cuando al final cayó el comunismo en esa tumba que empezó a cavarse cuando los cañones "disparaban contra obreros, estudiantes y campesinos"?
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