Qué placer que se acabe el verano y los periódicos vuelvan a ser periódicos: nada de Revistas de Verano y tonterías así.
Es 1 de septiembre y escribe Elvira Lindo una columna titulada Bicho raro, donde expresa perfectamente lo que yo quise decir y no dije ni parecido en mi última columna en El Noroeste sobre las Primarias en Madrid (vale para Murcia o cualquier otro punto de España): "Me leí a conciencia, con deseos de entender, un reportaje laborioso que se publicó sobre las distintas familias socialistas madrileñas y acabé con la cabeza modorra: los acostistas, los guerristas, los... No llegué a saber qué es lo que persigue cada grupo, salvo, por descontado, el poder. No desprecio la simpatía ni la amabilidad, ni en la política ni fuera de ella, pero quiero creer que nos enteraremos alguna vez de cuál es la verdadera diferencia entre estos dos candidatos".
PD. Lo peor de invierno es que no muere tanta gente y nos perdemos magníficas necrológicas. como la de Carlos Arribas sobre Fignon: Un ciclista, una persona, un rebelde.
PD1: Sea verano o invierno, El País continúa en su línea de querer competir en demagogia con Público o El Mundo. Lo peor es que no es gente joven, sino ricos viejos, revolucionarios de postal o anarquistas de salón como José María Izquierdo. Ayer le dieron la Cuarta página, pero no la enlazo porque a estas horas de la mañana a uno le entran ganas de vomitar sobre tanto progre o carca (creo que son lo mismo, una gerontocracia, conservada en formol) que nunca han pasado hambre ni han tenido ideas más que las que aprendieron en el Libro de Mao (perdón de Petete).
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