Pero en Occidente expresar nuestro rechazo al poder en forma de mofa es algo habitual. Y la Iglesia siempre ha sido poder. En ese sentido me hacían gracia los presuntos progresistas (realmente unos meapilas) que apoyaban a Leo Bassi por alguna de sus estupideces habituales y pensaban que a lo mejor lo mataban. Sigue vivo, no pasará, para su desgracia, a la historia. Hacemos películas porno donde las protas son monjas (de muy buen ver) y curas; la cruz al revés es un símbolo ya habitual entre otros del cantante Justice, nos vestimos como si fuésemos el Anticristo... Y, sin embargo, no pasa nada.
Si algún cristiano protesta, pienso, que se joda. Lo mismo pienso si a algún musulmán le molesta que les quemen el Corán: que se joda. Que ardan en el infierno (en el infierno sí creo, pero está aquí) juntos el musulmán y el cristiano.
No puede ser que hagamos chistes a costa de los curas y que un poco más y linchemos los propios europeos al caricaturista danés que retrató a, no sé si Mahoma si Alá... Si tienen algún problema con eso, política de cañonera.
Por lo demás, la quema de libros me parece algo propio de adolescentes con acné. Poco sexo y mucha rabia. O de la obra maestar de Truffaut (mejor la película que el libro). Pero si quieres quemar la Biblia, el Corán, el Kamasutra, los Episodios Nacionales, la cartilla de racionamiento, el INEM, la empresa del jefe, el museo de tu pueblo... Adelante, todo tuyo.
PD. Un grupo de descerebrados militares norteamericanos, como si de un videojuego si se tratara, iban asesinando civiles afganos. Si los afganos pusieran precio a su cabeza, me parecería hasta correcto, incluso pondría mi dinerillo como hubiera hecho con Lola Flores.
0 comentarios:
Publicar un comentario