Quien haya leído alguna vez o escuchado el testimonio de los represaliados tras la Guerra Civil española, no puede tomarse el asunto a broma. Pero ningún demócrata puede dar por bueno día sí y día también que lo declaren heredero de Franco. Que lo hagan los independentistas, responde a una estrategia clara. Que lo haga el PSOE andaluz, parece una broma de mal gusto. Por edad, tal vez Griñán se considere hijo de Franco, pero, desde luego, yo que tengo familia andaluza no me considero en ningún momento nieto del Dictador y cualquier persona de esa Comunidad Autónoma debería declararse insumiso con Hacienda mientras no se retiren los 1.800 euros para las mujeres represaliadas (vejadas) por los hombres de Franco.
Evidentemente, creo que es imprescindible conocer la historia de esas mujeres (se ha publicado recientemente un libro, Individuas de dudosa moral, de Pura Sánchez) y en Murcia hay trabajos de Encarna Nicolás sobre la represión franquista que recoge tanto la de hombres como mujeres. Conocer para que no se vuelva a repetir la historia, como este artículo de Público del mes de marzo: Ellas hacen memoria. O este del El País de hoy donde una represaliada, Ana Macías, habla sobre lo que le hicieron a ella y a otras mujeres republicanas esos cruzados por Dios y por la Patria (la pondremos en mayúscula que les excita): "Los falangistas me pelaron bien pelá".
miércoles, 22 de septiembre de 2010
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