Sin embargo, aunque de una forma evidentemente consensuada entre ETA y HB (la llamaremos así), la petición última de HB sobre un alto el fuego verificable y definitivo (no sé si dicen definitivo o indefinido) es evidente que va en el camino correcto. Aunque horas después los propios terroristas dejaron claro que siguen con la pretensión de negociar de tú a tú con el Gobierno de España.
Hace unos días detuvieron a miembros de Ekin, esta madrugada al aparato internacional de ETA...
¿Qué debe hacer HB para demostrarnos que, a partir de ahora, va a ser un partido que acepte las reglas del juego de la democracia (aunque sepamos que hipócritamente)? Y condenando uno por uno las distintas acciones que ETA continúa realizando. A saber: condena caso por caso de cualquier acto de kale borroka que se produzca, denunciar públicamente las extorsiones a empresarios que han continuado tras el alto el fuego que ha decretado ETA... Así sucesivamente. El momento de la verdad (aunque no se producirá porque HB es ETA) sería si la banda vuelve a matar. Un momento perfecto para que HB les diga que no mata en su nombre. Pero ya digo: este momento no se producirá porque significaría el fin de HB y también de ETA.
Tal vez no en las próximas Elecciones en el País Vasco, pero si las cosas siguen su curso en las siguientes HB volverá a obtener representación. Las fuerzas independentistas volverán a ser mayoritarias en la Cámara Vasca. Y tendremos que hablar con ellos. Lo que no significa darles la razón.
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