La huelga es un derecho que ha costado a los trabajadores décadas de lucha conseguir. Es verdad, que anteriores Huelgas Generales obligaron a los gobiernos, socialistas o populares, a modificar su política.
Sin embargo, no voy a ir a la Huelga del 29 de septiembre por varias razones.
1. A pesar de que el Secretario General de UGT afirma con toda la razón que por lo que más se caracteriza Zapatero es por rectificar, en esta ocasión no va a ceder. Ni le deja Alemania, ni le deja Francia, ni Estados Unidos. Los miembros más inteligentes (que no significa que sean los de más concienciación social) del Partido Socialista: los Jordi Sevilla, Felipe González, Solbes, etcétera., llevaban tiempo mostrándose favorables a una reforma laboral que (hasta para quien esté de acuerdo con ella) se ha hecho tarde. A los socialistas más preclaros Zapatero los arrinconó (como hizo Lenin con quienes venían pidiendo años antes la NEP), no por estar equivocados sino por acertar mucho antes que él. Es decir, la Huelga General no va a impedir la reforma laboral...
2. El descontento por la Reforma Laboral, que existe y en bastante grado, no tiene dónde canalizarse. El PP asegura que reformará la Reforma. ¿Alguien se cree que lo hará en beneficio de los trabajadores? PP y PSOE mantienen las mismas políticas económicas. La única opción, como escribí hace unos días acerca de una encuesta a Belén Esteban, sería que IU la fichara y multiplicara así sus diputados para hacerse indispensable en 2012. Pero IU no es una alternativa de Gobierno y el resto de fuerzas contrarias a la Reforma Laboral son independentistas.
3. Durante el Gobierno de Zapatero, se han realizado el mayor número de contratos temporales de la historia de España ante la aquiesciencia de los sindicatos. Han tenido la oportunidad de influir en momentos buenos de la economía y se han contentado con migajas. Cuando ya todo está perdido, lanzan el órdago.
4. Me da asco Toxo (sé que no es culpa suya, que incluso cambió de nombre en los coletazos del franquismo, pero su bigote es tan... franquista). Esta cuarta razón deberíamos borrarla.
5. No sirve de nada una Huelga de un día. Es cierto que Cándido Méndez ha anunciado que puede ser la primera de muchas. Pero yo todavía concibo las huelgas como revolucionarias y esto parece solo una jornada de esparcimiento. Declara un mes de Huelga General, aisla Madrid de Barcelona y Sevilla (por lo menos, cortando las líneas de AVE), a ver si tienen suerte y deciden trabajar los diputados y te los encuentras a todos en el Congreso y lo asaltas y que el Ejército decida si dispara contra el pueblo o contra los políticos. Olvídense también de ésta (además de que el Ejército no va a disparar contra los representantes del Gran Capital), de pequeño pasé miedo cuando hubo una Huelga y un grupo de piquetes entró de malas maneras a la panadería donde yo compraba el pan y los dueños no tuvieron más remedio que cerrarla.
6. Los piquetes, sean con el eufemismo de "informativos" que dicen los sindicatos; o el otro piquete, "el del miedo" el de las amenazas contra los trabajadores que secunden la Huelga, son igual de intolerables. Como los dos casos se van a dar en España, "no quiero participar".
7. Por mi profesión de periodista mi deber es informar del seguimiento de la Huelga.
De todas formas, espero que la Huelga tenga éxito. Pero es urgente la reforma de la Ley Electoral y con ella la posibilidad de que existan (y tengan representación en Cortes) partidos progresistas en España. El que gobierne en 2012 lo hará con CIU o PNV, dos partidos igual de conservadores que PSOE y PP. Nada va a cambiar: otra cosa sería paralizar el país durante un mes. Pero paralizando España sola no hacemos nada.
¿Y una Huelga General Mundial? A esa sí me apuntaría.
Quería poner Absentismo laboral de Reincidentes, pero no la encuentro. Hay otra muy buena, riéndose de los sindicalistas de Lehendakaris Muertos (pero creo que ya la puse: Héroes de la clase obrera). Les dejo con La Polla.
martes, 28 de septiembre de 2010
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