viernes, 15 de octubre de 2010

Premiar el liberalismo


«He llegado a la conclusión de que el Premio Nobel de la Paz jamás va ser para movimientos sociales o personalidades anticapitalistas y antiimperialistas». Estas palabras de Evo Morales dicen mucho de la valentía de los académicos. La democracia liberal ha recibido en lo que llevamos de siglo dos grandes arremetidas: el indigenismo y el capitalismo de Estado chino sin libertades políticas.

El Nóbel de la Paz, Liu Xiaobo, firmó el manifiesto Carta 08: «¿Hacia donde va China en el siglo XXI?; ¿Continuará con su “modernización” autoritaria, o se adaptará a los valores universales, se vinculará al derrotero común de las naciones civilizadas y edificará un sistema democrático?».
Del Llosa periodista e incluso político (frustrado) se ha escrito menos que del novelista. Pero en 2009 publicó una antología periodística, Sables y Utopías (Aguilar) donde recoge escritos desde los 70 cuando todavía cree en la revolución pero critica su deriva autoritaria, su ataque a la libertad de expresión (Carta abierta al general Juan Alvarado) hasta su desencanto por el marxismo o sus formas espurias y el abrazo al liberalismo: de Sartre a Isaiah Berlin‎. Todo ello criticando a los yanquis aunque admirándolos (La caída de Somoza: «Washington ha preferido casi siempre, en vez del aliado soberano y democrático, el gorila servil») y al colonialismo e indigenismo: «La glorificación de la Colonia es tan falaz como la idealización de los incas». Entiendo que la sentencia «la libertad es una e indivisible y la libertad política y económica la cara y el sello de una moneda» levantara ronchas entre los amantes de los ismos: sea indigenismo, marxismo o fascismo. Pero el Llosa novelista ha estado siempre del lado de los humillados como en La fiesta del chivo y el periodista no ha dudado en desdecirse al comprobar in situ la situación de Palestina.
Mientras los gobernantes europeos «premian» cada día a China y al barbarismo indígena, este año un grupo de suecos ha premiado la democracia y no «la traición de los clérigos».
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1 comentarios:

el Turco dijo...

No se si se ha premiado o no al liberalismo, lo que si que es cierto, es que ya era hora.

Que cundan las ideas liberales no es mala cosa.

Saludos

Comentarios Otomanos
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