
La película comienza con una huelga encabezada por un joven. Al poco nos enteramos que el jefe de la empresa, al que llama terrateniente, fascistas o nazi, según le venga, es su propio padre. Leon, que se llama el joven, cree ser la reencarnación de Leon Trotsky y los hechos parecen confirmárselo: conoce a ua mujer nueve años mayor que él con el nombre de Alesandra (misma edad y mismo nombre), busca a Lenin y teme a Stalin (¿los encontrará?)... Pero es cuando lo trasladan de un instituto privado a uno público cuando comienza su auténtica revolución con el fin de crear un sindicato estudiantil. Una generación que se debate entre la apatía y el aburrimiento (la distinción es importante en la película), que no opina sobre el compromiso que llevó a muchos voluntarios a morir y matar en España, que bromea con ponerle a un grupo de música My Stalin...
Apoyado por su hermana pequeña (la mejor frase de la película la dice ella: "A Hugo le encantarías"), su hermanastra y un par de estudiantes, los típicos fumetas aunque sin drogas.
Es una película muy simpática, con buenas actuaciones y diálogos, algún homenaje como el de las escaleras del Potemkin... Pero realmente es insustancial. Aunque podía haber sido otra película totalmente diferente: provocativa, de culto...
De esto trata el siguiente post: Otro Trotsky...
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