sábado, 12 de febrero de 2011

Un San Valentín de cine: de Douglas Sirk a Oliver Stone

«Por un hombre nunca dejaría una película, pero por una película dejaría a cualquier hombre». No necesariamente son incompatibles mujeres, hombres, cine, libros… como demuestra la vida de Truffaut, en cuya película La noche americana (1973) pronuncia esta frase Nathalie Baye.
La idea era escribir una columna (es un decir) sobre cine romántico para parejas en San Valentín, sin embargo, conforme avanzo menos claro tengo que nadie vea cine en el día de los enamorados, ni tampoco que haya motivo para celebrar el 14 de febrero. Probablemente este artículo vaya destinado a quienes no tienen pareja ese día y alimenten su decepción a base de kilos de chocolate (la mejor receta para pasar solo el próximo San Valentín) y cine… Vamos, entonces.
Para parejas con un punto sicópata. Asesinos natos (1994). ¿Con quién nos quedamos: con la relación entre Woody Harrelson y Juliette Lewis o entre Oliver Stone y Quentin Tarantino? La primera, es de amor con pistolas; la segunda de odio, donde el director vence al guionista en detrimento de la película. Nada une más que el asesinato, como vemos en Los asesinos de la luna de miel (Leonard Castle, 1970), El demonio de las armas (Joseph H. Lewis, 1950) o la más reciente Surveillance (Jennifer Chambers Lynch, 2008).
Para los enamorados de la mujer de su mejor amigo. El éxito teatral de Edgar Neville, llevado al cine, El baile (1950). Insectos y Conchita Montes (musa del director y más que probable directora de Nada de Carmen Laforet) en un amor que sobrevive al paso del tiempo.

Viviendo en el Fucking Amal
Primeros amores. La tímida Agnes ama a su compañera de clase Elin en el «jodido Amal» (Fucking Amal, Lukas Moodysson, 1998), El que fuera designado como su heredero por Bergman ofrece un retrato de la juventud de un pequeño pueblo con ternura y una cierta ironía. La secuencia final donde ellas toman un vaso de cacao resulta maravillosa en su sencillez. Moodysson no volverá a repetir una película tan redonda. Gregory’s girl (1981, Bill Forsyth): comedia escocesa, la mejor de adolescentes que se ha realizado. Gregory se enamora de su compañera de fútbol Dorothy. ¿Pero quién acabará siendo su chica? Más moderna, Nick y Norah, una noche de música y amor (2008). La menos pretenciosa de las últimas comedias independientes, comparándola con 500 días de Summer (2009) o Buscando un beso a medianoche (2007).
Fassbinder antes que Fassbinder, Almodóvar antes que Almodóvar. La irresponsabilidad de un rico playboy (Rock Hudson) trae como consecuencia la muerte de un hombre y, poco después, la ceguera de la mujer del difunto (Jane Wyman). El millonario se enamora de la viuda, que desconoce quién es, además de aprender cirugía. ¿Recuperará o no la vista? Folletinesca, sensiblera, excesiva… una obra maestra Hay una versión anterior de John M. Stahl. Pero esta es de Douglas Sirk y, sin él, no existirían ni Almodóvar ni Fassbinder. Obsesión se llama la película.
Escena de Jules y Jim
Amor a la francesa. «El amante del amor» Truffaut y su obra maestra: Jules y Jim (1961), de nuevo dos amigos enamorados de la misma mujer, Jeanne Moreau, en una película libérrima, la más en una época de libertad no superada en el cine. El Menage a Trois, que diría algún norteamericano, sobre los franceses: ese pueblo que escribe historias de infidelidades y le gusta Jerry Lewis.
Desde el Empire State. Descarten para empezar a Tom Hanks y a Meg Ryan y esa película sin sangre que fue Algo para recordar (1993) y vayan a la fuente: Tú y yo en sus dos versiones (1939 y 1957), ambas de Leo McCarey. Prefiero la segunda, tal vez por el guión de Delmer Daves, también me parecen mejor pareja para esta película Deborah Kerr y Cary Grant que Irene Dunne y Charles Boyer. La secuencia del Empire State, el reencuentro… Gran cine de amor que ya no se hace.
Además de estas películas, existen otras que llevan el nombre de San Valentín pero que no destacan en particular, la de terror Un San Valentín de Muerte (2001) o Historias de San Valentín (2009), donde el director de Pretty Woman, con un reparto de lujo, intenta hacer algo como Love actually y fracasa.
Un plan para una noche solitaria; para quien no pueda comprar diamantes aunque sean el mejor amigo de… para quien no crea en San Valentín pero sí en el amor. Aunque como titulara su primera película Fassbinder, «este sea más frío que la muerte».




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1 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante lo que nos muestras en tu comentario, estas películas son hermosas y se pueden apreciar muchos elementos en ellas sobre todo por es estupendo guión. En lo personal siento que 500 días con Summer es una gran propuesta sobre todo para este 14 de febrero, además la estarán transmitiendo a través de Assistir Online, una cinta que vale la pena ver y te mantendrá muy atento.