Qué fue de Baby Jane (una obra maestra) trajo como consecuencia que las grandes estrellas femeninas, en el ocaso de su carrera, participaran en productos de terror guiñolesco más propios de una serie C. Joan Crawford y Bette Davis fueron afortunadas, no tanto Shelley Winters: y muchas se movían incluso en la blaxplotation donde, suma, eran blancas, gordas, viejas y lesbianas... El precedente muy, muy lejano (o no) sería Norma Shearer en Sunset Boulevard.
Hace décadas la estrella (o el proyecto de estrella) venida a menos se pasaba a la televisión donde podía tener una larga carrera: George Peppard como Hannibal Smith, Dick van Dyke en Diagnóstico asesinato...
En estos tiempos una actriz que jamás ha destacado, Julianna Margulies, puede hacer el éxito de las últimas temporadas The Good Wife; una estrella adolescente enderezar su camino (Patrick Dempsey), hacer el papel de su vida tres grandes actrices: Mary Louise Parker (Weeds), Laura Linney (The Big C) y hasta Glenn Close meterse en la piel de Patty Hewes en Damages; un secundario de lujo (Steve Buscemi) es el protagonista de Boardwalk Empire y Ted Danson, Tom Selleck y Jimmi Smits trabajan con regularidad... y fortuna.
¿Por qué entonces Forrest Whitaker, el actor más dotado de Hollywood, realiza un spin off de Criminal Minds llamado Suspect Behavior? Que ha durado, además, y como era lógico, solamente 13 episodios.
¿Fallo suyo? En una entrevista en El País se veía (qué remedio) ilusionado con las posibilidades del personaje y de la serie: otro equipo de detectives que se mete en la mente de criminales: no hay diferencias, aunque lo adviertan al principio, con el Criminal Minds original. Pero es que también participa (participaba, ya he dicho que la han cancelado) Janeane Garofalo, con una carrera que se ha quedado en nada a pesar de haber participado en Bocados de realidad y La verdad sobre perros y gatos... y todavía más participaba brevemente el Toby Ziegler (Richard Schiff) de El Ala Oeste de la Casa Blanca.
Suspect Behavior no es peor que Criminal Minds, solo es más de lo mismo.
¡Qué desperdicio!
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