jueves, 15 de septiembre de 2011

Me sobra carnaval


Cierran los bares, apagan las luces, la fiesta termina en esa hora en la que se cruzan los de los ojitos rojos que regresan a casa con los de los ojos somnolientos que retoman el trabajo, la monotonía que durante los días en honor a la Virgen de las Maravillas desapareció.

 1.998 parados en la localidad.
Quien abra las puertas del negocio se alegrará de la rutina del día a día cuando vea los escaparates vacíos de la tienda de la esquina y el «Se Vende». «¿Será la última vez que suba las persianas?», se preguntará mientras lee sobre la ERE en  la Puerta de Moratalla; cuando recuerde el drama de los trabajadores de Caravaca Jubilar y sus familias. Esperando a Valcárcel tanto tiempo que ya parece teatro del absurdo, aunque no se adivine qué tiene de cómico.
8.239 parados en la comarca del Noroeste se contabilizan en el mes de agosto.
¿Usted uno más en la cola del paro? Triste se presenta octubre: los estudiantes regresan al instituto o a la capital y los parados, con la fresca, a los bancos de las plazas. Y ni una mala fiesta que echarse al cuerpo (aunque quedan las de Bullas). No importa: siempre quedará algún mundial de lanzamiento de hueso de oliva o algún otro de basket para remojarnos en las fuentes públicas (como la leche de cabra de Cleopatra, costumbre, la del remojón en fuente pública, que algún día se demostrará beneficiosa para la salud). ¿Cuántos españoles ocuparon las calles tras la victoria en el Mundial de Fútbol? Millones.
¿Cuántos la ocuparán con los recortes en Sanidad (eficaz manera de acabar con el paro, los muertos, tal vez esa idea rondaba en la cabeza de González Pons), cuántos con los de Educación (¿para qué el esclavo necesita aprender a leer?).
Ha sobrado carnaval este verano. O, entendámoslo, parecía necesario apurar la alegría hasta acabar ahíto porque todos sabemos que este invierno será más crudo que el anterior.

Votar esta anotación en Bitácoras.com

0 comentarios: