Creo que era Jordi Costa el que definía este Transformers como del género pornobakala, así que la primera pregunta es: ¿Megan Fox o Rosie Huntington-Whiteley? A mí me pone más la segunda (y qué apellido más chulo) y diría que a Bay tambien: esa cámara muy peeping tom... Además, con la otra ya hubo tiempo para el amor y los celos y una tercera entrega podía cansar (la despidieron a medio rodaje: la gota que colmó el vaso, al parecer, fueron unas declaraciones en las que comparaba a Bay con Hitler y Spielberg dijo "basta"). Falta un poco de mala leche con Megan: uno de los muñequitos dice que le caía mal, pero poco más. Y con la nueva funciona mejor Shia Lebouf con el rollo de héroe que no encuentra trabajo, cuyo mejor momento ya pasó... luego los personajes son aun más paródicos: genial Turturro, genial Frances McDormand (esa actriz, según Ripstein, que nunca ha salido de Pensilvania), Malkovich, Kevin Dunn... ninguno se toma en serio y se agradece.
Cierto que dura 157 minutos y si se le quitan todas las explosiones (Bay no puede rodar una escena de acción como Nolan, así son las cosas) nos quedarían 60 minutos muy divertidos.No lloré como con Independence Day: pero quién no ha llorado con Independence Day (a confesarse): Jeff Goldblum que salva a su país y recupera a su mujer; el borracho abducido por los extraterrestres que al final llenaba de orgullo a su hijo, el nacimiento de Will Smith como superestrella.
Michael Bay debería olvidarse de imitar a Spielberg. Al fin y al cabo es el único de los directores de Hollywood que se puede considerar un autor: un plano y ya sabes que lo ha rodado él. No todos pueden decir lo mismo.
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