miércoles, 5 de octubre de 2011

Valcarcismo ilustrado

Llevo unas semanas, cada vez que me asalta una (mala) noticia regional: trabajadoras obligadas a colgarse un cartel para ir al aseo, jueces creativos cuando se trata del abuso sobre las mujeres, humo sobre Paramount, la CAM, el paro... que me repito mentalmente (a veces en voz alta y asusto a la panadera de la esquina): Valcarcismo ilustrado, dos términos antitéticos, que se repelen. No viene, por desgracia, de despotismo ilustrado (que pueden hasta casarse el despotismo y la ilustración), sino de Gecko Turner y un disco antiguo, Chandalismo ilustrado.
Alguna declaración analfabeta, algún hecho delictivo y me repito "Valcarcismo ilustrado". 
Qué culpa tendrá Valcárcel, dirán algunos. Animalico de Dios (lo de "animalico", ustedes, que yo no soy tan ingenioso como el Juez del Olmo y la Audiencia Nacional, una vez los gobiernos de España acaben con ETA, a algo tendrá que dedicarse).
La era Valcárcel ha sido, es y será como un estanque de aguas estancadas que destila un efluvio maligno que ha acabado por contaminar todo: donde miles de murcianos llenaban las calles pidiendo agua para que unos pocos se llenaran el bolsillo, donde en pueblos como el mío no descarto que, en las elecciones pasadas o en próximas, reúnan los kikos (Camino Neocatecumenal) a los políticos en el Ayuntamiento y les dicten (con puntos y comas) el programa electoral y hasta el orden para ser escogido ("esta no, que la muy guarra tiene un hijo sin estar casada")...
El problema (por lo que no adivino solución en un par de décadas) es que la mayoría hemos crecido en este Valcarcismo ilustrado (como "lúcida necedad", menos poético que "infierno helado"), ya que gobierna desde 1995. Desde la oposición oficial (presente no tiene ninguno y su futuro -que ronda los 30 como yo- ha crecido en el régimen del Valcarcismo ilustrado), hasta la semioficial o la alternativa (¿cómo se puede esperar que un "indignado", además de indignarse, tenga recursos para crear nuevas alternativas si también ha crecido en una Comunidad Autónoma a la cola en educación?) o quienes no opositan, todos, somos hijos del Valcarcismo ilustrado.
No esperen nada de los que tenemos ya 30 años (media vida de Valcarcismo...) ni de los que tienen 20 (el Valcarcismo como el chapapote cuesta limpiarlo). Los de 15 años todavía tienen la oportunidad (sus padres) de ahorrar y mandarlos bien lejos, a Laponia, por ejemplo. 
Para mi generación, citando a Robe y poniéndonos vulgares, "La vida desperdiciada. ¡Tanta lefa para nada!"... y ahora citando a José Luis Garci y su definición de la screwball: "Como fuera de casa (de Murcia) en ningún sitio". 

PD. Lástima, a raiz del juez y su "zorra" y de otro juez y lo atractivas que pueden ser las cicatrices (el sabinismo como enfermedad: le faltó en el auto decir "besar tu cicatriz), iba a contar un poco de mis perversiones (ya que Romu ha dejado de hacer Tímpanos y Luciérnagas): la cojera de Tristana, no sé si por coja o por Deneuve, pero lo dejo para un club de bondage de Murcia donde intercambiar confidencias, fauna y flora con el juez (ahora sin mayúscula) del Olmo.



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